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Sábado, 16 Julio 2022 19:57

Biden saca del estatus de “paria internacional” a Bin Salman

Un choque de puños entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, sirvió este viernes para cerrar el capítulo del grotesco asesinato del periodista Jamal Khashoggi, uno de los más oscuros en la relación entre las dos naciones.

 

Ante el aluvión de críticas, en una rueda de prensa que no estaba prevista, Biden salió a defenderse y reveló que habló sobre Khashoggi durante su encuentro con el príncipe heredero saudí.

 

"Con respecto a la muerte de Khashoggi, lo saqué al principio del encuentro, dejando muy claro lo que pensaba sobre eso en ese momento y lo que pienso ahora", afirmó el mandatario, y aseguró que se expresó de forma "franca y directa" dejando su opinión "muy clara".

 

"Dije de manera muy directa, que guardar silencio sobre los derechos humanos para un presidente estadounidense es algo que es inconsistente con quiénes somos y quién soy yo. Yo siempre defiendo nuestros valores".

 

Joe Biden

Las palabras de Biden, sin embargo, han quedado eclipsadas por el esperado saludo que ha hecho retumbar la geopolítica de la región.

 

Fue un saludo frío pero amable. El príncipe acudió a recibir al estadounidense a la entrada del Palacio Real Al Salam de Yeda y, justo cuando el mandatario salía de su limusina negra, se aproximó para chocarle el puño usando un modo de saludo que se popularizó durante la pandemia.

 

No sonrieron, el gesto duró unos segundos y, en seguida, se dieron la vuelta para meterse dentro del edificio, según imágenes de la televisión estatal saudí Al Ejbariya.

 

LAS PALABRAS SE LAS LLEVA EL VIENTO

 

La repercusión fue inmediata debido a que la imagen contradecía las promesas que Biden hizo durante la campaña electoral de 2020, cuando se comprometió a tratar a Arabia Saudí como un "paria" en la escena internacional y hacer pagar a sus líderes un "precio" por el asesinato en 2018 de Khashoggi en el consulado saudí en Estambul.

 

Incluso, poco después de llegar a la Casa Blanca, el mandatario desclasificó un informe en el que la CIA acusaba a Bin Salman de haber aprobado la operación que resultó en la muerte y descuartizamiento del periodista.

 

Hatice Cengiz, novia de Jamal Khashoggi, asesinado en 2018, en una imagen de archivo.

El mandatario estadounidense dijo este viernes que no se arrepentía de lo que había dicho en campaña porque el asesinato de Khashoggi fue "atroz".

 

BIN SALMAN LO NIEGA TODO

 

La respuesta de Bin Salmán a sus acusaciones, según el mandatario, fue la negación: le dijo que él "no era personalmente responsable" del asesinato de Khashoggi en 2018 y que había tomado acciones contra aquellos que cometieron el crimen.

 

La Casa Blanca había anticipado el impacto que tendría el saludo y, al principio de la gira por Oriente Medio, anunció que Biden, de 79 años, no estrecharía la mano de otros líderes por precaución ante la COVID-19, aunque luego en Israel acabó hasta dando abrazos a algunos de los líderes.

 

Biden sí que estrechó la mano este viernes del rey de Arabia Saudí, Salmán bin Abdulaziz, según fotografías distribuidas por la agencia oficial de noticias saudí, SPA.

 

EL PETRÓLEO POR ENCIMA DE TODO

 

Pese a la presión que existía sobre Biden para no ver a Bin Salmán, el encuentro se produjo porque EU necesita reparar la relación con Arabia Saudí para que ayude a rebajar los precios del petróleo, disparados por la guerra en Ucrania y las sanciones de Occidente a Rusia.

 

En su comparecencia, Biden dijo que Riad se ha comprometido a equilibrar los mercados, pero no habrá pasos en ese sentido hasta "las próximas semanas".

 

De manera indirecta, la visita del mandatario ha servido para lograr un acercamiento entre Arabia Saudí e Israel, que no tienen relaciones diplomáticas.

 

Joe Biden, junto al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, este viernes en una rueda de prensa en Belén, Cisjordania.

Horas antes de la llegada de Biden, Arabia Saudí anunció que a partir de ahora permitirá sobrevolar su territorio a todas las aeronaves civiles, lo que en la práctica sirve para autorizar los vuelos desde y con destino a Israel.

 

Además, el mandatario anunció un acuerdo para que barcos israelíes puedan seguir gozando de libertad de navegación en las aguas que rodean dos estratégicas islas del Mar Rojo.

 

El gobierno de Biden también ha dejado claro que su gira a Oriente Medio busca reafirmar el poderío estadounidense y frenar cualquier intento de China o Rusia para influir en la región.