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Sábado, 03 Febrero 2018 17:10

Trump reta al FBI con informe; le acusa de manipular pesquisas del Rusiagate

El documento denuncia a la agencia de violar la ley de Vigilancia de Inteligencia Exterior, cuando obtuvo un permiso judicial para espiar a un asesor de la campaña del mandatario

 

El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlado por los republicanos, divulgó ayer el polémico “Informe de Nunes”, documento en el que acusa a la Oficina del Buró Federal de Investigaciones (FBI), de abusar de sus poderes de vigilancia al investigar la intromisión de Rusia (Rusiagate), en las elecciones de 2016, y con lo que se busca frenar las indagatorias del caso, reportaron medios locales.

 

El documento de cuatro páginas, desclasificado ayer, horas después de recibir la “luz verde” del presidente Donald Trump, describe una serie de lapsos o fallos del FBI en las etapas iniciales de la indagatoria sobre la injerencia electoral de Rusia en 2016, por motivaciones políticas.

 

De acuerdo con el documento, entre sus cinco puntos, acusa al FBI de violar la ley federal de Vigilancia de Inteligencia Exterior (FISA), cuando obtuvo un permiso judicial en octubre de 2016 para seguir y espiar a Carter Page, un asesor del equipo de campaña de Trump, pero sin aclarar que la información que tenía fue proporcionada por Christopher Steele, un exespía británico a sueldo de una empresa vinculada con los demócratas.

 

MENSAJES. Steele, un exespía del servicio de inteligencia MI6 a cargo de asuntos rusos, fue durante muchos años informante del FBI y recibió 160 mil dólares de la firma legal Perkins Coie y de la empresa Fusion GPS, que recibieron fondos del equipo de campaña presidencial de la demócrata Hillary Clinton y del Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés).

 

El documento también destaca los mensajes de textos intercambiados entre el agente del FBI, Peter Strzok, y su amante, una abogada de la agencia, Lisa Page, en los que ambos “demostraron un claro prejuicio contra Trump y a favor de Clinton”, que también había estado bajo investigación.

 

Nunes, que preside el Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, preparó el documento con información proporcionada por el Departamento de Justicia. El Comité aprobó la difusión del documento sobre líneas partidistas el pasado lunes, pero sólo esperaba la autorización de Trump para hacerlo oficial.

 

SOSPECHAS. En 2016, Nunes trabajó como asesor de la campaña presidencial de Trump, lo que levantó sospechas de los demócratas de que actuó por motivaciones políticas para desprestigiar la investigación del FBI, a cargo del fiscal especial, Robert Mueller.

 

Tanto el director del FBI, Christopher Wray, como el Departamento de Justicia se opusieron a la publicación del documento republicano, con el argumento de que éste tenía muchas omisiones y sería perjudicial para la seguridad nacional.

 

 “Tenemos graves preocupaciones sobre las omisiones de hecho que fundamentalmente impactan la precisión del documento”, dijo el pasado miércoles el FBI en una declaración escrita.

 

IMPRUDENTE. Sobre este asunto, el subfiscal general, Stephen Boyd, envió una carta a Nunes en la que también advirtió que sería “extraordinariamente imprudente” divulgar el informe.

 

Pero Trump ignoró estas advertencias, convencido de que la divulgación mostraría lo que siempre ha sostenido: que el FBI actuó de forma alevosa en su contra.

 

Trump, que ha calificado la investigación como una “cacería de brujas”, apoyó la difusión del documento, supuestamente con la esperanza de que ayude a desacreditar la investigación encabezada por el fiscal especial Robert Mueller, quien aseguró que la publicación de este reporte no afecta en nada la investigación en desarrollo sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales del 2016.

 

Acosado por la investigación implacable, Trump criticó ayer una vez más al FBI y el Departamento de Justicia, a los que acusó de tendenciosidad antirrepublicana.

 

Puntos clave del informe republicano

 

• En octubre de 2016, el FBI y el Departamento de Justicia solicitaron permiso a un tribunal confidencial para espiar las comunicaciones electrónicas de Carter Page, que hasta septiembre de 2016 asesoró en política exterior al equipo de campaña electoral de Trump, por sospechar que actuó como agente ruso.

 

• Esa solicitud se hizo, según el informe, con base en información proporcionada por Christopher Steele, exespía británico que escribió un famoso expediente lleno de detalles sórdidos sobre Trump.

 

• Bajo la ley estadunidense de Vigilancia de Inteligencia Exterior (FISA), las solicitudes de vigilancia electrónica deben renovarse cada 90 días y en cada caso debe darse una justificación separada.

 

• Entre octubre de 2016 y una fecha no especificada en 2017, hubo cuatro solicitudes judiciales para vigilar a Page. Tres de ellas las aprobó el entonces director del FBI, James Comey, y una la firmó el exdirector en funciones tras su despido en mayo de 2017, Andrew McCabe. Además, dieron su beneplácito tres dirigentes del Departamento de Justicia: Sally Yates, Dana Boente y Rod Rosenstein.

 

• Dos de esos funcionarios siguen en activo: Rosenstein, que es “número dos” del Departamento de Justicia; y Dana Boente, que desde la semana pasada es el abogado general del FBI. Trump no descarta despedir a Rosenstein a raíz del informe.

 

• El documento argumenta que, en sus solicitudes al tribunal, el FBI y el Departamento de Justicia omitieron “información material y relevante” sobre su fuente.

 

• El famoso “expediente” elaborado por Steele fue “parte esencial” en la solicitud de vigilancia a Page, según el memorándum. Steele recibió “más de 160 mil dólares de Comité Nacional Demócrata y la campaña de Clinton” para “obtener información derogatoria sobre los lazos de Trump con Rusia”.

 

• Ninguna de las solicitudes de vigilancia “divulgó o hizo alusión al papel del Comité Nacional Demócrata, la campaña de (Hillary) Clinton o ningún otro partido o campaña en la financiación de los esfuerzos de Steele”.

 

• El FBI rompió su relación con Steele por revelar que ejercía como fuente de esa agencia en una entrevista en octubre de 2016.

 

• Pero Steele mantuvo contacto con un alto funcionario del Departamento de Justicia, Bruce Ohr, cercano a Rosenstein. Steele supuestamente confesó a Ohr en septiembre de 2016 que estaba “desesperado” por evitar que Trump ganara las elecciones.

 

• Esa prueba del “expediente de Steele” no se reflejó “en ninguna de las solicitudes a la corte ­FISA”. En cambio, esas solicitudes “ignoraron u ocultaron motivaciones financieras e ideológicas de Steele en contra de Trump”.