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Martes, 25 Agosto 2020 21:40

Despertar temprano, el mayor problema para los niños durante confinamiento

Sin duda alguna, uno de los principales problemas para los padres de familia, en este regreso a clases virtual, ha sido lograr que los más pequeñitos de la casa se levanten a tiempo, cuando se trata de tomar las clases por televisión que inician a las 7:30 de la mañana, ya que mínimo tendrían que levantarse alrededor de 45 minutos antes, para despertar bien, cambiarse de ropa quizá desayunar algo y estar listos a la hora.  

 

Este problema de volverlos a levantar tan temprano después de poco más de cuatro meses, tiene su origen a toda la serie de sentimientos de miedo, incertidumbre y estrés, ocasionados por la pandemia de la COVID-19.  

 

El doctor Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño (IMMIS), precisó que en el caso de los niños estos problemas han afectado los patrones normales de sueño en los niños y su ritmo circadiano, debido a que en esta temporada de pandemia, los niños se han estado durmiendo muy tarde y se levantan cansados, ya que no tienen horarios de sueño definidos, e incluso hay quienes pueden presentar pesadillas y terrores nocturnos e insomnio.  

 

Resaltó que debido a la contingencia los niños para algunos menores de edad, han comenzado a presentar la incapacidad de poder dormir varias horas seguidas, tienden a despertar varias veces durante la noche buscando la presencia de los padres y con muchas dificultades para volver a conciliar el sueño muchas veces provocado por pesadillas.  

 

El especialista en temas del sueño recordó que para los menores de edad, sobre todo en la primera infancia y en etapa escolar de primaria, el sueño es fundamental para el crecimiento y la salud y más que nunca para la preservación de un correcto funcionamiento del sistema inmune, de ahí la importancia de tener una buena higiene del sueño, la alimentación y aumentar la actividad física”.  

 

Reyes Haro dijo que el distanciamiento social ha provocado el aislamiento de los niños que tienen que estar entre “cuatro paredes” y la falta de actividad física provoca que al llegar la noche los niños no tengan sueño, no se sientan cansados ya que los niños tienen mucha energía gran parte del día y a la hora de dormir no pueden esto genera un fuerte estrés y cansancio a los padres.  

 

Para poder hacer frente a estos cambios en el ciclo del sueño, es importante tener cautela en torno a la información que se les brinda a los menores.  

 

“Los padres deben platicar con sus hijos proporcionando información apropiada para la edad del niño explicándole la situación y las medidas necesarias para cuidarse del COVID-19 así como la importancia de dormir bien, siendo flexibles y comprensivos con los pequeños.  

 

Para lograr regularizar el ciclo del sueño de las y los niños, es conveniente crear rutinas, siempre a la misma hora para llevarlos a la cama, hacerlo con las luces apagadas y evitar manejar teléfonos celulares y pantallas, al menos una hora antes de acostarse.  

 

Levantarse todos los días a la misma hora, con ligera flexibilidad los fines de semana, así como mantener la recámara adecuada para dormir, poca luz, no abrigar demasiado al niño y evitar estímulos, además de no comer ni tomar líquidos antes de acostarse.  

 

Tampoco se recomienda realizar actividad física antes de dormir. En el día, en la medida de lo posible, hay que procurar salir y tomar el sol un rato en la tarde y en el día, aprovechar las horas de sol para jugar lo más que puedan los niños.