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Gobierno de coalición

De manera pomposa, el gobernador Francisco Vega de Lamadrid anunció un Plan Estratégico para su gobierno.

Son seis ejes que hacen recordar a Héctor Terán, a quien se ubica como su mentor político, y consisten en bienestar social con equidad, desarrollo económico humanista, educación de calidad, gobierno democrático y eficiente y derechos humanos, legalidad, seguridad y justicia.

El problema para el nuevo gobierno es que todo plan precede del ejercicio de consultas públicas que dan forma a lo que por ley debe presentarse como Plan Estatal de Desarrollo.

Antes no hay planes sino programas.

Es decir, no es extraño que los gobiernos empiecen con programas temporales para dar forma a sus compromisos de campañas y se entienden como acciones inmediatas.

En este programa, Vega anunció la creación de estancias infantiles que hacen recordar la desaparición de las guarderías durante el la primer administración panista de Baja California y la Lotería Estatal para la Asistencia Pública que promovió el propio Terán.

Algo que llamó la atención fue la operación de tarjetas de depósitos electrónicos para la entrega de subsidios y apoyos sociales de gobierno lo que compromete al manejo transparente y adecuado de recursos gubernamentales.

El panista resaltó que por vez primera en la historia una administración estatal el gobierno iniciará con un Plan Estratégico que representa el proyecto "de una alianza de partidos que busca el beneficio de todos".

Dos aspectos: con el tiempo y una vez que sus expertos revisen la ley, el plan anunciado debe convertirse en programa para no incurrir en ilegalidades. El proyecto de alianza de partidos no es otro que un gobierno de coalición, modelo que se encuentra en la ley y que fue aprobado en la anterior Legislatura.

Hace dos años, el entonces senador Manlio Fabio Beltrones propuso la instauración de gobiernos de coalición, lo que fue retomado por el Congreso local -el primero en el país- y ahora forma parte de un ejercicio gubernamental y una política kikista.

De ahí se entiende la presencia de funcionarios de extracción panista, perredista y aliancista, además de priistas. Hay que recordar que en 1995, Terán integró en su gabinete a dos personajes vinculados con el priismo: Virgilo Muñoz en Educación y José Luis Anaya en la Procuraduría de Justicia, lo que provocó un cisma en el PAN.

 (Paradójicamente la aprobación del concepto de gobiernos de coalición le colocó una estrellita en la frente a Fernando Castro Trenti y le allanó el camino a la candidatura por el PRI. Su opositor, quien logró el triunfo electoral, fue quien la puso en práctica).