MÉXICO, D.F.- Llegó el momento de demostrar. Julio César Chávez Jr. tiene una dura prueba ante el estadounidense Brian Vera, pues en juego no está sólo la victoria, sino la credibilidad del “Hijo de la Leyenda” en el boxeo profesional, donde ha destacado más por escándalos bajo el ring que por lo hecho en combate.

"Esta pelea tiene mucha importancia, porque, en la primera afrenta, provocó muchas dudas, no se preparó a conciencia, entonces, en esta pelea tiene que demostrar que todavía hay Julio para rato, porque si no lo hace, creo que su carrera se puede acabar", advierte su padre, el mítico Julio César Chávez, que sabe que Julito ha dejado más dudas que certezas sobre el ring.

Chávez Jr. busca construir su carrera, a sabiendas de que, para bien y para mal, lo cobija la inmensa sombra de su padre, el multicampeón mexicano, quien es evocado por los aficionados como el “César del boxeo”.

Si bien, es cierto que Chávez Jr. llegó a ser campeón de peso mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la forma en que perdió su cinturón ante el argentino Sergio “Maravilla” Martínez, después de una larga serie de declaraciones provocativas, originó aún más dudas en la carrera de Julito, quien ha tenido un camino cuesta arriba para recuperar su credibilidad.

Sobre el ring se le ha cuestionado su forma física, pues suele llegar muy cansado a los últimos rounds, situación que el propio Jr. reconoce y promete cambiar, aunque su imagen tiene una pesada losa que es la que necesita quitarse de encima.

Los escándalos del junior

Entre los escándalos de Julio destacan dos casos de doping, uno en 2009 por un diurético, el cual le costó siete meses de suspensión, mientras que, el segundo, fue el más sonado, ya que fue tras la pelea ante el “Maravilla” , al dar positivo por mariguana, por lo que de nuevo fue suspendido y tuvo que pagar una multa.

En aquella ocasión, Chávez Jr. se justificó al asegurar que se "tomó un té" para calmar los nervios, sin saber de qué era, sin embargo, tenía el antecedente del primer dopaje, así como de un arresto en enero del 2012 por conducir en estado de ebriedad.

A estos casos se les suman las críticas que ha recibido por personajes prominentes del boxeo, como el “Maravilla” Martínez, que lo cuestionó por sus problemas de alcohol y, posteriormente, por el caso de mariguana; además, su entrenador, Freddy Roach, lo calificó como "indisciplinado".

Su primera pelea ante Vera tampoco estuvo exenta de críticas, ya que, pese a que ganó por decisión unánime, se le vio a Julito pasado de peso y cansado al final de la pelea, por lo que los aficionados cuestionaron su triunfo y aseguraron que le “regalaron” la pelea.

Esta es la imagen que Julio César Chávez Jr. tiene que cambiar si quiere trascender en el boxeo, por lo que, ante Brian Vera, este sábado, tiene la oportunidad de iniciar la reivindicación y expiación de sus “pecados”.