Tras caer ante Alemania en la final del Mundial de Brasil, la selección albiceleste aterrizó hoy en el aeropuerto de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires, donde le esperan miles de aficionados.
"Este grupo entregó todo", declaró a la televisión pública el seleccionador Alejandro Sabella al descender del avión, que tocó tierra minutos antes de las once de la mañana.
Los futbolistas evitaron a la prensa e ingresaron cabizbajos en el autobús que les llevará hasta el predio de la Asociación de Fútbol Argentina (AFA), donde les espera la presidenta argentina, Cristina Fernández.
"Me hubiese gustado venir de otra manera", dijo escueto Javier Mascherano, uno de los mejores jugadores argentinos del Mundial y el único del plantel que hizo declaraciones.
Tras ser recibidos por la presidenta, el conjunto albiceleste se dirigirá en caravana hasta el centro de la capital argentina, donde miles de hinchas les homenajearán.