D.F.- De los 19 hombres que han dirigido al Guadalajara en la administración de Jorge Vergara, sólo José Manuel de la Torre materializó las promesas del empresario tapatío. Aquella coronación en el Torneo Apertura 2006 es el más reciente momento glorioso de las hoy atribuladas Chivas.
Amante de la táctica, el “Chepo” ha presumido su capacidad en siete años y medio como estratega. Debutó el 18 de marzo de 2006. Al estilo "Vergara", fue nombrado un día antes de jugar contra el Cruz Azul, encuentro ganado por los rojiblancos (1-0).
Inesperado comienzo de una carrera que hoy cuenta con tres títulos de Liga (Aperturas 2006 y 2008, además del Bicentenario 2010). Esos logros lo catapultaron a la selección mexicana, con la que se adjudicó -de forma inmaculada- la Copa Oro 2011. Única vez en la historia que el Tricolor se proclama monarca de la Concacaf sin ceder punto alguno.
Tras su abrupto adiós del Guadalajara llegó al Toluca, con el que se coronó un par de veces. Ganó algún título con todos los equipos que ha dirigido, ya sea club o selección.
Sus primeros dos años con el Tricolor fueron altamente efectivos. Hiló 14 encuentros sin revés (10 victorias y cuatro empates); conoció la derrota en el banquillo nacional hasta el 11 de octubre de 2011 (1-2 ante Brasil, en duelo amistoso en La Comarca Lagunera).
Ganó sus primeros 12 juegos oficiales (marca para cualquier entrenador del combinado mexicano) y fue derrotado hasta el encuentro oficial 19, también un récord.
De los 66 cotejos de Liga que dirigió en su primera etapa con el Rebaño Sagrado, se impuso en 31, a cambio de 16 empates y 19 derrotas, para una efectividad de 55%.
Auténtica garantía de resultados.
El lado oscuro de José Manuel de la Torre está fuera del campo. Lo suyo es la táctica, no las relaciones públicas.
Sonríe poco si no está en el seno familiar o con personas que le transmiten confianza. Su rostro suele estar endurecido, lo que le ha generado ciertos problemas con los medios de comunicación y hasta algunos jugadores.
Hombre siempre respetuoso, aunque de personalidad recia, al que no agrada la exposición pública.
"No me gustan las cámaras... No soy actor", confesó en varias ocasiones, durante su etapa como entrenador nacional (octubre 2011-septiembre 2013).
Calificado como huraño o hasta hosco cuando ocupó el banquillo tricolor, el “Chepo” no es un personaje que venda imagen o salga en la televisión o los periódicos. Lo de él tiene que ver únicamente con la labor sobre la cancha. El problema es que, actualmente, la relación con los medios de comunicación ha cobrado relevancia para cualquier director técnico en el mundo.
También ha tenido diferencias con algunos jugadores. La más conocida fue con Adolfo Bautista, pieza clave en su primera coronación como timonel (Apertura 2006). De la Torre solicitó la salida del “Bofo”, quien fue negociado con los Jaguares de Chiapas en el Torneo Apertura 2007.
Vivió episodios similares como seleccionador. Ángel Reyna, uno de los futbolistas que están a su cargo desde ayer, no recibió minuto alguno en la Copa Confederaciones Brasil 2013, pese a que había mostrado buen nivel con el Pachuca. Trascendió que vio falta de intensidad por parte del atacante en los entrenamientos del Tri.
Carlos Salcido, a quien también dirigirá en el Guadalajara, criticó públicamente su postura en el choque frente a Italia de ese mismo torneo: "Tuvimos miedo de controlar el balón".
Episodios que dejan en claro que lo suyo no está fuera del campo. Su mejor faceta tiene que ver con la estrategia futbolística.