Y la historia tuvo final feliz. Manny Pacquiao puso fin a su trayectoria de 21 años y se fue del boxeo con el brazo en alto al derrotar anoche en el MGM Grand de Las Vegas a Timothy Bradley por decisión unánime, en una pelea que comenzó floja, pero que a la altura del quinto episodio finalmente se abrió al intercambio de golpes.
Pacquiao le abrió la boca a Bradley en el cuarto episodio con una poderosa mano izquierda y con una combinación de golpes a la cabeza lo depositó en la lona en el séptimo episodio y nuevamente en el noveno, cuando Bradley no atinaba a escapar de los huracanados ataques del filipino. Los mejores momentos de Timothy vinieron en el octavo asalto cuando alcanzó a conectar a la cabeza de Pacquiao sin embargo, no lo suficiente como para hacer dudar de que se le escaparía la victoria.
El filipino mostró su viejo rostro, de peleador ágil, veloz y certero, y de ninguna manera se vio la diferencia de edad, o la inactividad de un año desde que cayó ante Floyd Mayweather junior, y ante una enloquecida asistencia de más de 15 mil aficionados, regaló poco a la multitud en el último episodio en que no arriesgó sabiendo que tenía una gran ventaja, sin embargo esa afición explotó en gritos de apoyo a su ídolo que se despidió luego de 21 años en los cuadriláteros.
Mientras Bradley trató de mantenerse a la distancia sin arriesgar mucho, mostrando respeto a la pegada de Pacquiao, este no renunció a su estilo de presionar en todo momento. Las precauciones de Bradley tomaron sentido cuando visitó la lona en el séptimo episodio y cuando parecía que el moreno regresaba a la pelea en el octavo asalto, una nueva caída en el noveno dio rumbo definitivo a la pelea, y esto se reflejó en las tarjetas de los jueces quienes le otorgaron las mismas calificaciones 116-110, en obviedad de lo que se había visto en el ring.
Esta fue la tercera pelea entre ambos y la única polémica vino en la primera, cuando a pesar de que el filipino se impuso con claridad, los jueces decidieron darle una decisión dividida al norteamericano. En la revancha Pacman puso las cosas en claro y lo ratificó ahora, incluso poniendo en la lona en dos ocasiones a su rival.
Pacquiao, quien se presume gano títulos del mundo en las divisiones de peso supermosca, pluma, superpluma, ligero, superligero, welter y superwelter se va del boxeo dejando un récord profesional de 66 combates profesionales con 57 victorias, 6 derrotas y dos empates con 38 triunfos por la vía del nocaut. Bradley por su parte dejó sus números en 33 victorias, 2 derrotas y 1 empate con 13 nocauts.
La especulación de que podría seguir peleando e incluso que vendría una pelea ante el jalisciense Saúl “Canelo” Álvarez terminó cuando el filipino hizo oficial su retiro tras el combate.