El cambio prometía ser de fondo. Y a la par de la decisión de regresar al Estadio Azteca a partir de la próxima temporada luego de 21 años de ausencia, la Directiva de la Máquina Celeste de Cruz Azul decidió dar un golpe de timón y traer a Ricardo Peláez como Director Deportivo a partir de la próxima temporada, recordando el éxito reciente que se anotó al frente del América y en sus dos periodos como Director de Selecciones Nacionales, incluyendo la pasada Copa del Mundo en Brasil 2014.
Ayer por la tarde Peláez firmó su contrato y el día de hoy será presentado de manera formal, aunque ya desde ayer la Máquina informó en sus redes sociales de la llegada de su nuevo Director Deportivo, y el propio Peláez en su cuenta personal dio un paso importante al colocar el logotipo cementero como un signo de identidad de inmediato.
Por supuesto que las reacciones a favor y en contra no se han hecho esperar, desde los que celebran sus éxitos en el América, equipo al que como Presidente Deportivo condujo a los títulos de los Torneos de Clausura 2013 con Miguel Herrera en el timón, Apertura 2014 con Antonio Mohamed, Copa de Campeones de la Concacaf en 2015 con Gustavo Matosas y en 2016 con Nacho Ambriz; hasta el lado opuesto en el que se menciona que justamente Peláez era presidente de las Águilas del América cuando le endilgaron al Cruz Azul una de sus noches más tristes el 24 de mayo de 2013, cuando se impusieron en penalties en el Estadio Azteca para conquistar el título de la Liga MX.
Bajo ese parámetro, entonces los aficionados del Real Madrid deberían de odiar a Jorge Valdano y no profesarle el respeto que el exjugador argentino recibe de la afición merengue, pues si alguien considera que Peláez y no Miguel Herrera quien estaba en el banquillo es el principal responsable de la catástrofe azul en el Azteca, habría que voltear a ver lo que sucedió en las campañas 91-92 y 92-93.
Y es que en su primera experiencia como técnico dirigiendo al Tenerife, el ahora afamado comentarista y escritor, provocó dos auténticas debacles al Madrid, al impedirles en campañas consecutivas, levantar el trofeo de campeones de la Liga y lo que es peor, darle esa posibilidad al Barcelona, al obtener sendas victorias en la última jornada de aquellas campañas, con lo que, en primera instancia, salvó al cuadro tinerfeño y en segunda, los calificó a la Copa de la UEFA.
Peláez, regresando a la Maquina, parece ser el hombre idóneo, quien más allá de las especulaciones sobre las supuestas condiciones que habría puesto el exjugador del América, Necaxa y Guadalajara para tomar el cargo, que incluirían la no intervención del presidente del equipo, don Guillermo Álvarez, lo cual raya en lo absurdo, pues es el presidente del equipo, queda claro que tendrá recursos a su disposición y autonomía para en el orden correcto, director deportivo-director técnico, buscar los refuerzos idóneos para potenciar de nuevo al Cruz Azul en esta que sí, se puede ver, como una nueva era.
Otro factor importante, es que dentro de la Cooperativa, el acuerdo de don Guillermo Álvarez y don Alfredo Álvarez, de que se trata de un elemento que agrega valor al equipo y que es una decisión correcta, permitirá que siga fluyendo el proyecto de consolidación del equipo, después de las tormentas que durante años provocaron discordancias sobre todo, por la presencia de Víctor Garcés, tomando decisiones que ponían en riesgo la estabilidad de la escuadra celeste.
Por el momento, la plantilla se encuentra de vacaciones y regresará a partir del próximo 4 de junio, cuando seguramente tendrán que pasar por una nueva oficina en La Noria, para conocer los planes y las determinaciones sobre la continuidad de los jugadores que haya tomado para entonces el nuevo director deportivo del equipo, y saber quiénes serían los nuevos elementos que se podrían incorporar para la próxima temporada.