MUNICH.- El zaguero Jerome Boateng renovó su contrato con Bayern Munich hasta mediados de 2018.

El dirigente de Bayern, Karl-Heinz Rummenigge, dijo que Boateng se convirtió en uno de los "jugadores importantes" del equipo, y señaló que es "lógico" que el monarca del fútbol alemán intente conservarlo.

El contrato de Boateng expiraba al final de la próxima campaña.

Bayern recientemente extendió el contrato de otro defensor, David Alaba, hasta fines de 2018.

Ciudad de México, 10 de diciembre (SinEmbargo/Zeta).– En los primeros 11 meses del gobierno de Enrique Peña Nieto se registraron 19 mil 016 ejecuciones, lo que contrasta desfavorablemente con los últimos 11 meses del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, donde se reportaron 18 mil 161 asesinatos violentos y relacionados con la guerra contra el crimen organizado. Acapulco, el Distrito Federal y Tijuana se llevaron, en este periodo, el 1, 2, 3 –en ese orden– como las ciudades más violentas, de acuerdo con el recuento. Es la primera vez que el DF aparece en esta lista desde que Calderón inició la guerra contra las drogas. El semanario Zeta señala que en 2007, el primer año de gobierno de Calderón Hinojosa se documentaron 2 mil 826 muertes producto de “Ejecuciones”, “Enfrentamientos”, “Homicidios-Agresiones” y  homicidios dolosos producto del narcomenudeo, por lo que los primeros 11 meses de gestión peñista son ya más cruentos que las cifras registradas en el calderonismo. Zeta plantea que aunque en este sexenio, las autoridades federales han implementado una “política de desinformación” y una “estrategia mediática de ocultar datos e investigaciones”, además de un “discurso triunfalista”, en los primeros 11 meses del gobierno de EPN han repuntado las cifras con narcofosas llenas de cadáveres como en Jalisco y Michoacán, decapitados, desmembrados, colgados, incinerados, ejecutados con tiro de gracia y otras matanzas ocurridas en el país, producto de vendettas y enfrentamientos del crimen organizado y el narcotráfico. Sin embargo, destaca, institutos de Ciencias Forenses en los estados, Organizaciones No Gubernamentales (ONG), agrupaciones de Derechos Humanos independientes, medios locales de las entidades federativas, comunidades religiosas –como la Arquidiócesis de Apatzingán en el Estado de Michoacán–, y familiares de víctimas que han fundado asociaciones civiles, se han dado a la tarea de registrar las ejecuciones luego de que el gobierno de Peña Nieto optó desde los primeros días por el discurso de “incidencia delictiva a la baja”. La metodología implementada por Zeta desde el sexenio del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, aplicada ahora en la administración de Enrique Peña Nieto, consiste, como todo trabajo periodístico de investigación, en confrontar la versión oficial publicada en el Sistema Nacional de Seguridad Pública y procuradurías locales, incluidos los dichos del titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong, y el vocero Eduardo Sánchez, con los registros de ejecuciones que reportan mensualmente las instituciones no gubernamentales en cada uno de los estados. Contrario a las 17 mil 068 ejecuciones que contabilizó el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Nacional, basado en igual número de averiguaciones previas abiertas por homicidios dolosos, Zeta registró, en los primeros 11 meses de gobierno de Enrique Peña Nieto, 19 mil 016 ejecuciones, hasta el 30 de octubre de 2013.

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Luego de un minucioso recuento de las ejecuciones, mes por mes, en cada una de las entidades federativas, la conclusión más importante a la que llega el semanario, es que el gobierno de Peña Nieto es ya más cruento que el del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, por lo menos en los primeros 11 meses de gestión peñista. Para empezar, en el primer año de gobierno de Felipe Calderón, en 2007, Zeta documentó 2 mil 826 muertes producto de “Ejecuciones”, “Enfrentamientos”, “Homicidios-Agresiones”, y los homicidios dolosos producto del narcomenudeo. En los últimos 11 meses de gobierno de Calderón, las ejecuciones alcanzaron la cifra de 18 mil 161, mientras tanto, datos duros documentados por el semanario arrojan la cantidad de 19 mil 016 ejecuciones entre el 1 de diciembre de 2012 y el 31 de octubre de 2013, mismo rubro que el gobierno peñista empezó clasificando como “homicidios dolosos relacionados a delitos federales”, pero que son producto de la guerra que mantiene el Gobierno Federal contra los cárteles de la droga, que disputan el control de la producción, tráfico y distribución de sustancias ilegales. Pero el Secretariado Ejecutivo sólo reconoce 17 mil 068 “averiguaciones previas” por homicidio doloso, entre el 1 de diciembre de 2012 y 31 de octubre de 2013. En las 19 mil 016 ejecuciones no se incluye a las víctimas que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha decidido clasificar como homicidios culposos o “accidentes” en el Sistema Nacional de Seguridad Pública que dirige Monte Alejandro Rubido.

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