Un número “preocupantemente alto” de niños con diabetes tipo 1, están presentando señales de advertencia de complicaciones de salud a largo plazo, como hipertensión y hasta ceguera, advirtió una nueva investigación británica.
El problema es motivo de gran preocupación porque lo que está en juego es la salud futura de los menores que padecen diabetes tipo 1, que suele aparecer en la infancia cuando el sistema inmune destruye las células del páncreas lo que impide el control de azúcar en la sangre.
Científicos del Royal College of Paediatrics and Child Health (RCPCH) estudiaron más de mil casos de diabetes tipo 1 en niños y jóvenes en Inglaterra y Gales, y encontraron que un alto número de pacientes muestran signos tempranos de problemas en ojos, corazón y riñón.
El estudio, realizado entre 2013 y 2014, muestra además un incremento en el número de casos de diabetes tipo 1 ya que se registraron 26 mil 867 niños y jóvenes con este padecimiento, es decir mil 647 más que en periodo previo de 2012 y 2013.
De ese total, sólo el 16 por ciento se sometió a los controles anuales de salud que se recomiendan para controlar los niveles de glucosa en la sangre y tratar cualquier otra complicación.
En este grupo el control total de la glucosa mejoró, pero no así entre los jóvenes que omitieron tales controles y presentaron señales tempranas de futuros padecimientos.
La persistencia de niveles altos de azúcar pueden conducir a problemas graves, incluyendo enfermedades del corazón y trastornos renales.
De acuerdo con los resultados del análisis, más del 27 por ciento de los menores tenía la presión arterial alta, que los pone en riesgo de enfermedades del corazón; mientras que 7 por ciento presentó signos de enfermedad renal venidera.
Por arriba de 14 por ciento mostró indicios tempranos de enfermedades en los ojos, que los pone en riesgo de ceguera en años posteriores; y más de 25 por ciento fueron clasificados como obesos, condición que conlleva padecimientos cardiacos y cerebrovasculares.
La directora ejecutiva de la organización caritativa Diabetes UK, Barbara Young, dijo que no hay evidencia de que los niños experimenten problemas con su vista o con sus riñones antes de llegar a los 18 años, reportó la cadena pública de noticias BBC.
Sin embargo, reconoció que los hallazgos son “trágicos” porque reflejan complicaciones futuras en la salud de los niños y jóvenes, por lo que subrayó la “necesidad urgente” de que los pacientes -en el país en que se encuentren- mantengan a raya a la glucosa.