El cantante puertorriqueño Ricky Martin entregó cuerpo y alma durante una hora y 55 minutos a sus fans que se dieron cita en el Moon Palace de Cancún para escucharlo y disfrutar los éxitos que lo han consagrado, sino que también los llevó en un viaje por el tiempo.

A las 21:33 horas, Ricky Martin apareció vestido de blanco, luego vinieron gritos ensordecedores que premiaron su aparición y al cantar algunos de los éxitos ya conocidos, aquello se convirtió en una fiesta inolvidable.

Minutos más tarde, el intérprete hizo uso de la palabra: “¿Cómo están? ¿Yo?, encantado de estar aquí, en esta tierra. Son ustedes, de esos vicios, de los buenos que hay que disfrutar”. Luego, agregó: “Prometo entregar mi alma esta noche”. Y los 13 mil seguidores lo constataron.

Sus admiradoras disfrutan todo, gozan con “Come whit me”, “Vuelve”, “Livin’, la vida loca”, “Shebangs” y “Más”. El cantante bailó de un lado a otro en el escenario mientras recibía una y otra vez un baño de luces; las dos pantallas laterales permitieron a muchos disfrutarlo, sobre todo, aquellos en los costados del campo de golf.

Acompañado de un pianista, dos guitarras y un coro, los clásicos: “Eres el amor de mi vida”, “Fuego contra fuego” y “Te extraño, te olvido, te amo”.

Nuevamente, desató la euforia con “Por arriba, por abajo”, “Lola, Lola”, “La bomba” y “Pégate”.

Tras una hora y 55 minutos, el cantante dijo adiós con la interpretación de “La copa de la vida” y “María”, dos de sus grandes éxitos, para después agradecer la presencia de todos esa noche.