El actor Philip Seymour Hoffman, de 46 años, fue encontrado muerto ayer en su departamento de Manhattan, Nueva York. Fuentes policiales aseguraron que el cadáver fue hallado con una aguja en el brazo en el baño de su casa, en el número 35 de la calle Bethune, en el West Village.

“Lo encontró un amigo guionista, David Katz, quien se preocupó al no lograr comunicarse con Hoffman y acudió a su edificio alrededor de las 11:30 de la mañana de este domingo”, aseguró una fuente policial.

La policía sigue investigando las circunstancias, pero tiene pocas dudas. “Está bastante claro que fue una sobredosis. La jeringa estaba en su brazo”, dijo también un agente al New York Times, quien además informó del hallazgo de un sobre con lo que se cree que es heroína.

El protagonista de Capote, película por la que ganó el Oscar al mejor actor en 2005, seguía en activo en Hollywood y en los escenarios de Broadway. En 2012, estrenó la exitosa Muerte de un viajante con la versión más fidedigna de la obra de Arthur Miller.

En esa obra, como en otras películas, interpretaba a un personaje mayor que él. Su gordura ayudaba a echarle años. Su voz profunda ayudaba a proyectar las acaloradas discusiones sin tener que gritar. Tenía un aire de veteranía que lo hacía creíble. También en el cine, en los últimos años, interpretó a personajes mayores que él y con el pecado común de creerse que estaban de vuelta: hizo de entrenador de béisbol en Moneyball.

En mayo, Hoffman ingresó durante 10 días en una clínica de desintoxicación. Según explicó el actor a la web TMZ, se declaró adicto a las pastillas y a la heroína. Un extremo que le llevó a buscar durante unos días el auxilio de los profesionales de un centro cercano a Nueva York. Según él, había “metido la pata” después de 23 años “limpio”.

Hace siete años, Hoffman contó durante una entrevista en la CBS la vida salvaje que llevó al graduarse en la Universidad de Nueva York: “Eran todo drogas y alcohol. Consumía cualquier cosa que me daban. Me gustaba todo. Pero al final fui a un centro de desintoxicación y lo dejé con 22 años. Aquello me dio pánico. Siento mucha simpatía por esos actores jóvenes que tienen 19 años y que de repente son hermosos, ricos y famosos. Si entonces hubiera tenido tanto dinero, hoy estaría muerto”.

“Estamos devastados por la pérdida de nuestro querido Phil y apreciamos las muestras efusivas de amor y apoyo que hemos recibido de todos”, agradeció la familia de Hoffman a través de un comunicado.

“Ésta es una pérdida trágica y repentina, y les pedimos que respeten nuestra privacidad durante este tiempo de duelo. Por favor, tengan a Phil en sus pensamientos y oraciones”, prosigue la nota. Un representante de la familia dijo que de momento no habrá más declaraciones.

Perfil. El actor apareció en cintas como La guerra de Charlie Wilson, La duda y The Master, por las cuales fue nominado como Mejor Actor de Reparto en los premios Oscar.

Podía tener papeles nobles como el de enfermero en Magnolia o crítico de rock en Almost Famous,  y también ser maquiavélico, como en la última película de Los Juegos del Hambre, o el villano de Misión: Imposible.

Hoffman, padre de tres hijos, saltó a la fama en 1997 por su papel de Scotty J., en el filme Boogie Nights.

El actor reveló el año pasado que buscaba tratamiento por abuso de drogas y “parecía confiado en que tomaba el control de la situación”.

El padre de Hoffman era vendedor y su madre era una juez de asuntos familiares. Nació en julio de 1967 en el estado de Nueva York.

Obtuvo su primer papel profesional en el teatro antes de graduarse de la preparatoria y estudió actuación en la Universidad de Nueva York. En Hollywood, su gran oportunidad llegó con su compañero de escuela, Chris O’Donell, en la película Perfume de Mujer, en 1992.

Hoffman apareció en enero pasado en el Festival de Sundance, donde se estrenaron dos de sus últimas cintas, God’s Pocket y A Most Wanted Man.

Tras ganar su Oscar en 2005 Hoffman agradeció a su madre por llevarlo a  su primera obra.

“Crió a cuatro niños sola y merece felicitaciones por eso (…) Ya sabes, mamá, siéntete orgullosa porque yo estoy orgulloso de ti y estamos aquí esta noche y es muy bueno”, dijo.

Hoffman mantuvo una relación con la diseñadora de vestuario Mimi O’Donnell. Se conocieron trabajando en In Arabia We’d All Be Kings, una obra que Hoffman dirigió en 1999. Ambos tuvieron un hijo, Cooper Alexander (nacido en marzo de 2003), y dos hijas, Tallulah (noviembre de 2006) y Willa (octubre de 2008).