Cate Blanchett, Meryl Streep, Ethan Hawke y Joaquin Phoenix, entre otras conocidas estrellas de Hollywood, despidieron hoy al actor Philip Seymour Hoffman en un funeral religioso privado celebrado en Nueva York.
El féretro con los restos mortales de Hoffman llegó poco después del mediodía a la iglesia católica de San Ignacio de Loyola, donde lo esperaban varios centenares de familiares y amigos, encabezados por la que fuera su compañera, Mimi O'Donnell, y sus tres hijos (de 10, 7 y 5 años).
Con el tráfico cortado momentáneamente por la Policía, la habitualmente agitada Park Avenue permaneció en un silencio casi total mientras varios hombres introducían el ataúd en el templo.
La ceremonia, que se extendió durante algo más de una hora, tuvo un carácter privado y estuvo rodeada de un fuerte despliegue policial, que impidió el paso a periodistas y a curiosos.
En el funeral estuvieron presentes numerosos rostros conocidos del mundo del espectáculo, muchos de los cuales habían participado ya el jueves en un velatorio organizado por la familia.
Además de Blanchett o Phoenix, se pudo ver también a las actrices Amy Adamas y Julianne Moore, que compartieron pantalla con Hoffman en varios filmes; al director Spike Lee; y al guionista David Bar Katz, una de las personas que encontró el cuerpo sin vida del intérprete el pasado domingo.
Hoffman, de 46 años, falleció en su domicilio del West Village neoyorquino víctima de una supuesta sobredosis de heroína.
La Policía encontró junto a su cuerpo numerosas dosis de la droga, varias jeringuillas, una aún clavada en su brazo, y varios medicamentos que sólo se expiden con receta.
El actor, que ganó un Oscar en 2006 por su papel protagonista en "Capote", había admitido en varias ocasiones sus problemas con las drogas, en los que recayó el pasado año y de los que intentó librarse ingresando durante diez días en un centro de rehabilitación.
En los últimos meses, Hoffman había dejado la casa que compartía con O'Donnel y sus tres hijos y se había instalado en un apartamento cercano, donde fue encontrado su cuerpo.
Hoffman reconocía que había estado limpio durante 23 años, después de que a los 22 dejó el alcohol y los narcóticos tras un momento de pánico, según admitió en una entrevista con un programa de la cadena televisiva CBS, en la que indicó que en su juventud "me gustaba todo a lo que podía echarle la mano encima".
La muerte del conocido intérprete llevó a la Policía de Nueva York a iniciar una rápida investigación que se saldó con la detención de cuatro personas sospechosas de haberle vendido heroína, aunque una de ellas ha sido ya puesta en libertad.
En los teléfonos celulares de tres de los presuntos "camellos" (vendedores de droga) se encontró el número de teléfono de Hoffman, según fuentes de la investigación citadas por el diario "New York Post".
Hoffman, uno de los actores más versátiles y prestigiosos de su generación, ha recibido numerosos reconocimientos en los últimos días, tanto por parte del mundo del cine como del teatro, donde también triunfó.
El miércoles, Broadway estuvo a media luz durante un minuto para rendir homenaje al actor, que contaba con varias nominaciones a los prestigiosos premios "Tony" por su trabajo sobre las tablas.
Tras el funeral de hoy, estrictamente privado, está previsto que dentro de un mes se lleve a cabo un acto de recuerdo más multitudinario, según varios medios locales.