El actor mexicano Gael García Bernal hizo un descanso en el rodaje de su próxima película en Jordania para visitar a un grupo de familias de refugiados sirios e hizo un llamado a las autoridades a poner fin a un conflicto por el que han muerto más de 100 000 personas.
La organización Oxfam, de la que el actor es embajador internacional, explicó en un comunicado que el mexicano lleva rodando en Jordania desde mediados de junio la cinta "Rosewater" e hizo una pausa para visitar a familias que viven en las afueras de la capital jordana, Amán.
Durante la visita, García Bernal exhortó a los dirigentes mundiales a buscar de forma urgente una solución a la crisis siria.
"Durante más de dos años y medio, ciudadanos y ciudadanas sirios se han visto obligados a huir de su país, en el que una media de al menos 5.000 personas mueren cada mes", apuntó el actor.
García Bernal contó que conoció a familias que viven hacinadas en casas alquiladas o en tiendas de campaña en asentamientos informales y que han de luchar para salir adelante.
"La ayuda es vital para estas personas. A pesar de las promesas de la comunidad internacional, no llega la suficiente; y lo que es aún más importante, las personas que he conocido quieren la paz. Quieren volver a su país y reconstruir su futuro", comentó.
"Es hora de poner más dinero ahí donde decimos que lo vamos a poner para ayudar a estas personas cuyo único sueño es volver a su vida, a su país", añadió.
El actor de cintas como "Babel" o "Diarios de motocicleta" también visitó una comunidad de más de cien familias sirias que viven en tiendas de campaña en una granja a la afueras de Ammán, a quienes Oxfam les proporciona ayuda en efectivo para que puedan comprar los artículos básicos y les proporciona filtros de agua.
Según datos de la ONG, aproximadamente el 80 % de los refugiados sirios de los más de 1.8 millones de personas que han huido a los países vecinos vive en campos, asentamientos informales o en casas por las que pagan un elevado alquiler.
Según las últimas cifras de Naciones Unidas, desde que se inició la guerra civil en Siria, en marzo de 2011, han muerto más de 100 000 personas y casi siete millones necesitan ayuda humanitaria de emergencia.