La controvertida Miley Cyrus ha terminado por renunciar al cachorro que le regaló su madre a principios de este mes, Moonie -en un intento por consolarla tras el fallecimiento de su mascota Floyd- porque cree que aún no se siente con fuerzas para cuidar de un nuevo perro.
"Moonie, gracias por darme tanto amor, paz y por reconfortarme. Pero es demasiado pronto para mí todavía", escribió en su cuenta de Twitter.
Después de los duros momentos que atravesó tras perder a Floyd, la artista de 21 años admitió que aún estaba demasiado "asustada" para ocuparse de un cachorro ya que temía que pudiese sucederle lo mismo que al difunto Alaskan Klee Kai, que fue atacado por un coyote. Así que ha preferido encontrar un nuevo hogar para Moonie junto a una persona allegada que sabe que se ocupará de él como se merece.
"La amiga de mi madre tiene un pequeño cachorro con el que podrá jugar. Después de lo que ha pasado tengo miedo de volver a tener un perro pequeño", aseguró a uno de sus seguidores a través de la red social.
Aunque la separación ha sido muy dura para Miley, no ha supuesto ninguna sorpresa dentro del círculo íntimo de la cantante que había confesado no sentirse "preparada" para tal responsabilidad cuando su madre, Tish Cyrus, le regaló a Moonie.
"Quiero dormir pero lo único que puedo hacer es llorar, no quiero volver a una casa donde Floyd no esté jugando y corriendo. ¿Cómo voy a superarlo? Me siento enferma y estoy tan agotada emocional y físicamente que siento que no tengo nada más que darle a Moonie. Quizás todavía no estoy preparada... Pero estar sola no va a traerle de vuelta [a Floyd]... Estoy perdida y no sé qué hacer", confesaba a sus fans hace tan solo unos días.