Si hace tan solo unos días el disc-jockey británico Michael Woods acusaba a Justin Bieber de golpear a su mánager tras negarse a pinchar música hip hop en una discoteca de Corea del Sur, ahora un testigo ocular del suceso ha defendido la inocencia del popular cantante.

"Las acusaciones son totalmente falsas, él nunca llegó a golpear a nadie. Todos lo pasamos estupendamente en la fiesta y no hubo ningún tipo de pelea", desveló un confidente al portal Gossip Cop.

La polémica surgió después de que Woods revelara su versión de los hechos a través de varios mensajes publicados en su perfil de Twitter, en los que acusó al joven intérprete -que se encontraba en el local celebrando una fiesta tras su exitosa actuación en el país asiático- de ser un cobarde al huir protegido de su séquito de guardaespaldas tras golpear al mánager del pinchadiscos.

"Justin Bieber y sus guardaespaldas se metieron en mi cabina en Corea del Sur para pedirme que pinchara canciones de hip hop. Cuando le dije a Bieber que se fuera y que se pusiera algo de ropa encima [estaba sin camiseta], golpeó a mi mánager y huyó protegido por un auténtico muro de seguridad. La próxima vez que quieras pegarle a mi mánager, quédate en vez de salir huyendo como un mari***", escribió Woods en la citada red social, mencionando en sus declaraciones al artista.

La versión del pinchadiscos, completamente diferente a la del testigo ocular, tiraría por tierra todos los intentos de Bieber por mejorar su comportamiento y su imagen pública, ya que recientemente el cantante parecía dispuesto a cambiar por completo la mala relación que mantiene con sus vecinos de la exclusiva zona residencial de Calabasas (Los Ángeles), dejando a un lado las ruidosas fiestas y la conducción temeraria en los alrededores del complejo que provocaron las quejas de los residentes.

"Vamos a decir que las cosas están mejor que antes", comentó Erick Dickerson, exjugador de la NFL (National Football League) y vecino del artista, al portal TMZ.