Tailandia vivió este sábado una verdadera pesadilla, tras la matanza que un joven militar realizó, mientras transmitía en vivo en Facebook Live, en un centro comercial de la ciudad de Nakhon Ratchasima. Tras asesinar a 25 personas y herir a más de 40, y tras muchas horas en las que el soldado se atrincheró dentro del edificio con varios rehenes, la policía logró finalmente abatirlo, ya en la mañana del domingo, hora de Bangkok.

El asesino fue identificado como el soldado Jakrapanth Thomma, de 32 años, que era un experto en tiro y ganó varias medallas en competiciones militares. Además, contaba, según los oficiales, con 6 armas de fuego -entre ellas una ametralladora M60-, numerosa munición y dos granadas. Horas antes de iniciar su ataque, publicó en redes sociales un mensaje que decía: “la muerte es inevitable”.

De acuerdo con la reconstrucción preliminar de los hechos, alrededor de las 3 de la tarde del sábado, hora local, el asaltante disparó a su comandante y a otros compañeros en una base militar a las afueras de la ciudad, para después robar armas y munición y darse a la fuga en un coche, también robado, con el que se dirigió al centro de la urbe.

El militar manejó hasta el recinto comercial -alrededor de las 6 de la tarde—, donde comenzó a disparar con un rifle de asalto contra viandantes y automóviles nada más salir del vehículo. Acto seguido, el soldado se adentró en el edificio donde continuó con los disparos de manera indiscriminada.

ATRINCHERADO CON REHENES. Posteriormente, cuando las fuerzas policiales comenzaron a llegar al lugar, el soldado se atrincheró en la plaza comercial Terminal 21, llena de gente al ser fin de semana, donde tomó rehenes. Ya caída la noche, las fuerzas policiales consiguieron entrar en el recinto y liberar a cientos de personas mientras el atacante permanecía recluido allí.

Durante la madrugada la Policía llego a afirmar que la situación se encontraba “bajo control”, pero minutos después se escuchó un tiroteo procedente del interior del centro comercial, que según varios reportes dejó a al menos un policía fallecido.

La toma de rehenes concluyó alrededor de las 8 y media de la mañana. “El operativo se ha terminado”, dijo brevemente a los medios el jefe de la Policía Real de Tailandia.

Durante una rueda de prensa, un portavoz gubernamental rebajó a 20 el recuento oficial de muertos, pero los medios locales cifraron en 25 los fallecidos, citando fuentes policiales. Entre los heridos, 43 en total, 9 están graves.

“ESTOY TAN CANSADO… ¿DEBERÍA RENDIRME?”. Seguramente los contactos de Jakrapanth Thomma en Facebook no esperaban ver una matanza cuando la aplicación notició que su amigo acababa de iniciar una transmisión en vivo. Las escenas de terror, se sucedían en las pantallas de quienes, horrorizados o insensibles, permanecían viendo la transmisión en Facebook Live.

En un momento de la tarde, con el caso y el uniforme militares puestos, el asesino se pregunta mirando a cámara, con un fuego ardiendo al fondo, “Estoy tan cansado… ¿debería rendirme?”. No lo hizo.

Jakrapanth Thomma se encerró en la plaza con rehenes, pero para entonces Facebook ya había suspendido su cuenta. Entonces, la transmisión seguía en vivo en los medios, por lo que la policía pidió no ofrecer información sobre el operativo para no dar pistas al soldado.

Las autoridades incluso trasladaron a la madre del asesino desde la provincia de Chaiyaphum hasta la plaza para que persuadiera a su hijo de que se rindiera. Pero no lo hizo, y la tragedia solo terminó cuando la policía logró matar al joven, ya en la mañana.

No es la primera vez que un asesino retransmite una matanza en vivo. Hace once meses, Brenton Tarrant, un joven ultraderechista, retransmitió a través de una cámara que portaba en la frente la salvaje masacre que llevó a cabo en dos mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda, que dejó 51 muertos.