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Sábado, 16 Noviembre 2013 20:10

EU demuele incineradores de armas químicas

ANNISTON, Alabama.— Durante tres décadas el Pentágono gastó 10.200 millones de dólares para destruir toneladas de gas neurotóxico y otras armas químicas almacenadas en cuatro estados, algunas tan mortíferas que apenas unas gotas causan la muerte.

Ahora, con todas esas sustancias incineradas y comunidades libres de esa amenaza, el ejército está en medio de otro proyecto multimillonario, demoler los incineradores que destruyeron esos materiales tóxicos, en lo que gastará 1.300 millones de dólares.

 

En Alabama, Oregón, Utah y Arkansas, equipos están destruyendo incineradores multimillonarios o trabajando para cerrar la cortina de un drama que comenzó en la Guerra Fría, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética acumularon millones de kilogramos de armas químicas.

 

Ya ha comenzado la construcción en otros dos sitios donde se empleará tecnología diferente a la incineración para neutralizar químicamente los agentes, de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.

 

En el complejo de incineración del Almacén del Ejército en Anniston, unos 88 kilómetros (55 millas) al este de Birmingham, donde se almacenó el sarín, el gas neurotóxico VX y gas mostaza, las fuerzas armadas dijeron esta semana que han concluido aproximadamente la tercera parte de un programa de 310 millones de dólares para demoler un horno gigantesco cuya construcción y operación costó 2.400 millones de dólares.

 

Tim Garrett, administrador del proyecto, dijo que las autoridades consideraron hacer algo diferente con el incinerador, pero la instalación era demasiado especializada para ser convertida a otro uso. Además, la ley que permitió la incineración de los agentes obliga a demoler una vez concluido el trabajo.

 

Así que los equipos usan grandes máquinas para abrir agujeros en las gruesas paredes de concreto y arrancar las vigas de acero de los esqueletos de los edificios que previamente fueron descontaminados para prevenir contra los efectos de los agentes neurotóxicos o el gas mostaza. Las piezas de metal se reciclan y el resto se va a la basura.

 

Un incinerador de 2.800 millones está siendo demolido en Umatilla, Oregón, dijo el Pentágono, y pronto comenzarán las labores para demoler un incinerador de 3.700 millones de dólares en Tooele, Utah. Equipos finalizaron ya la demolición de la Instalación de Desmilitarización Química de Pine Bluff, en Arkansas. El sitio está siendo limpiado y será cerrado oficialmente.

 

Aunque opositores de los incineradores predijeron terribles consecuencias y la emisión de nubes de gas neurotóxico en caso de accidente, los centros para el control de enfermedades dijeron que los residentes de las áreas aledañas no fueron afectados por sustancias tóxicas.

 

Las armas químicas están prohibidas internacionalmente y su destrucción es una preocupación global. En estos momentos está en marcha una gestión internacional para destruir el arsenal químico de Siria para el año próximo.

 

En Estados Unidos, el ejército dijo que ha destruido 90% del arsenal químico del país, y se están construyendo plantas en Colorado y Kentucky para destruir lo restante con un proceso químico para neutralizar los agentes tóxicos.

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BANNERS DERECHA