VIENA, Austria.— Irán desafió indirectamente a Arabia Saudí, la potencia de la OPEP, cuando anunció el miércoles que planea extraer todo el petróleo que pueda una vez que se levanten las sanciones a sus exportaciones de crudo, incluso si su producción adicional hace caer los precios en el planeta.
Los comentarios del ministro petrolero iraní Bijan Namdar Zanganeh reflejan la voluntad de Teherán de reconquistar su papel mundial como potencia petrolera tan pronto se libre de las sanciones bajo un acuerdo sobre su programa nuclear, alcanzado recientemente con seis potencias para garantizar que no producirá armas atómicas.
Los saudíes generan aproximadamente una tercera parte de la producción total de la OPEP y Zanganeh, en declaraciones previas a la reunión de los doce ministros petroleros del cártel, dijo que su país está dispuesto a recuperar su participación en el mercado "a toda costa".
"Produciremos cuatro millones incluso si el precio baja a 20 dólares", dijo a la prensa. El crudo Brent, de referencia, se cotiza ahora en los mercados internacionales aproximadamente seis veces más caro, y una caída a cualquier nivel cerca de 20 dólares provocaría una crisis entre los exportadores petroleros, al hacer que los costos de producción sean muy superiores a los ingresos por las ventas.
El acuerdo de Irán de limitar su programa nuclear aún es preliminar. Las sanciones a sus exportaciones petroleras probablemente seguirán vigentes hasta que se convenga un acuerdo definitivo, que es improbable antes de mediados del 2014. Pero el desafío iraní refleja problemas potenciales para la OPEP, a menos que los saudíes y otros estén dispuestos a reducir su producción y dar espacio a un resurgente Irán.
Pero los saudíes, encarnizados rivales de Teherán, podrían no estar dispuestos a ceder demasiado terreno.
El ministro petrolero saudí Alí Naimi buscó aliviar preocupaciones cuando dijo a la prensa que no prevé ninguna guerra de precios.
"Espero que Irán retorne y produzca todo lo que pueda", afirmó. Pero no dio indicios de que su país esté dispuesto a reducir su producción, y dijo que sigue "listo para suministrar a nuestros clientes lo que necesiten".
Naimi y otros ministros petroleros que acudieron a la reunión el miércoles han dicho que el mercado está bien equilibrado y han manifestado satisfacción con los precios actuales. Eso significa que probablemente optarán por mantener el actual objetivo de producción en unos 30 millones de barriles diarios.
Pero un gran aumento en las exportaciones iraníes —e intentos de Irak y Libia de incrementar su producción— podría resultar en un excedente petrolero. En el pasado, la OPEP ha tenido poco éxito cuando les pide a los países miembros que respeten sus topes individuales