WASHINGTON.- El esperado rechazo del establishment republicano al tea party está en marcha. El presidente de la Cámara de Representantes lo dejó bien claro el jueves, cuando reanudó sus críticas a grupos que tratan de derrotar a legisladores republicanos que ellos consideran demasiado dispuestos a hacer concesiones a los demócratas.
Algunos partidarios republicanos se preguntan por qué tomo tanto tiempo. La Cámara de Comercio de Estados Unidos recientemente dio pasos para ayudar a republicanos tradicionales en las elecciones primarias, pero los pronunciamientos de Boehner van a colocar el ataque a la ultraderecha a la vanguardia de las prioridades republicanas.
Lo apoyan republicanos tradicionales que han visto durante tres años a grupos de ultraderecha ejercer considerable influencia sobre el partido, el Congreso y las elecciones. Candidatos apoyados por el tea party ayudaron al partido a ganar control de la cámara baja en el 2010, pero también perdieron numerosas contiendas al Senado, que quedó en manos demócratas.
A mediados de año, republicanos intransigentes en la Cámara de Representantes forzaron un cierre parcial del gobierno federal que dañó la imagen del partido, como lo advirtió Boehner.
Muchos republicanos consideran además que los activistas conservadores empujaron al candidato presidencial Mitt Romney tan a la derecha en asuntos como inmigración que le facilitaron al presidente Barack Obama la reelección el año pasado.
"El establishment no tiene otra opción en estos momentos", dijo el ex representante republicano Tom Davis, que ha criticado la creciente influencia del tea party. "Así que se les está enfrentando (al tea party)".
"Seguir a esos grupos es una espiral descendente", dijo Davis.
Davis advirtió que esos grupos van a dar una respuesta enérgica y agregó que no está claro qué parte prevalecerá en las elecciones legislativas del año próximo y más allá. "Ellos están atrincherados", dijo.
Por segundo día consecutivo, Boehner criticó a grupos como Heritage Action, Club for Growth y Americans for Prosperity. Esas organizaciones con sede en Washington tienen objetivos y tácticas diferentes. Pero todos han criticado duramente la conducción republicana sobre diversos asuntos. Y han ayudado a republicanos insurgentes que han prometido que jamás harán concesiones a los demócratas, incluso si ello significa paralizar el gobierno federal o caer en impago de la deuda.
Los detractores dicen que esos grupos buscan sobre todo recaudar fondos inflamando constantemente las pasiones de activistas políticos.
"Están engañando a sus seguidores", dijo Boehner en declaraciones a reporteros en el capitolio. "Pienso que han perdido toda credibilidad".
Algunos republicanos temen una lucha abierta entre el establishment y el tea party, diciendo que la energía y el dinero de ambas alas son necesarios para ganar elecciones. Pero otros dicen que los excesos del tea party no han dejado otra opción.