La Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, en inglés) designó hoy seis instalaciones donde se probarán los primeros drones para uso civil en el país, lo que allana el terreno para su llegada al espacio aéreo estadounidense a partir de 2015.
Los lugares seleccionados estarán operativos en 180 días y en ellos se ensayarán y modificarán los sistemas aéreos no tripulados para uso comercial y privado que, según el plazo establecido por el Congreso de EE.UU. en 2012, se integrarán en el espacio aéreo estadounidense en 2015.
Las instalaciones estarán en la Universidad de Alaska, la universidad de Virginia Tech, el estado de Nevada, el aeropuerto internacional de Griffiss (Nueva York), el Departamento de Comercio de Dakota del Norte y la universidad de Texas A&M, en Corpus Christi, informó la FAA en un comunicado.
El administrador de la FAA, Michael Huerta, precisó que la investigación sobre drones de uso civil se prolongará en esas instalaciones al menos hasta 2017, y subrayó que el proceso de integración en el espacio aéreo será gradual.
"Vemos esto como una integración escalonada, (que avanzará) a medida que vayamos aprendiendo más sobre qué son estas aeronaves y cómo se relacionan con otras", dijo Huerta a periodistas, según informó el diario The New York Times.
Entre los drones que se probarán en esas instalaciones hay desde artefactos pequeños que pueden emplearse para inspeccionar depósitos de agua en edificios o torres de control eléctrico, a otros de tamaño mediano que pueden sobrevolar cosechas para detectar plagas, de acuerdo con ese rotativo.
La FAA utilizará esas mismas instalaciones para reflexionar sobre cuestiones de privacidad, como las que han llevado a varios estados a considerar legislación para limitar el uso de drones en su territorio.
La Asociación de Sistemas de Vehículos No Tripulados Internacionales (AUVSI), que representa a más de 7.000 empresas relacionadas con drones en 60 países, celebró la selección de instalaciones, al considerarla un "importante hito en el camino para desbloquear el potencial" de esos artefactos.
"Desde su uso para impulsar la investigación científica y responder a desastres naturales a la localización de personas desaparecidas o la lucha contra incendios, (los drones) pueden ahorrar tiempo, dinero, y lo más importante, salvar vidas", indicó el presidente de AUVSI, Michael Toscano, en un comunicado.
Veinticuatro estados compitieron en el concurso para la selección de las instalaciones donde se probarán los sistemas aéreos no tripulados, un término que la industria prefiere aplicar en lugar del de "dron" para marcar la diferencia con los aviones militares empleados en Pakistán o Yemen.