SAN FRANCISCO.— Es posible que la ley se imponga pronto en el Viejo Oeste de la marihuana.
El legislador estatal Lou Correa ha propuesto una iniciativa para regular la liberada industria de la marihuana para propósitos médicos: los cultivadores, los cientos de establecimientos que la venden y especialmente los médicos que la recomiendan.
En 1996 California se convirtió en el primer estado del país en autorizar el consumo de marihuana con fines médicos. Ahora ya son 20.
Sin embargo, a la fecha nadie sabe cuántos dispensarios y pacientes hay en California ni para qué problemas de salud se recomienda, porque la ley, por su imprecisión, no faculta a las agencias del gobierno a dar seguimiento a esa información.
La iniciativa de Correa tiene gran importancia no sólo porque el estado supervisaría por primera vez el sector —que mueve miles de millones de dólares— sino porque podría recibir una consideración seria en Sacramento, la capital, después de años de inacción.
La SB1262 fue idea de la Asociación de Jefes de Policía de California y la Liga de Ciudades de California, dos grupos políticamente influyentes que se habían opuesto a los esfuerzos previos para legitimar a los cultivadores y dispensarios de marihuana sometiéndolos al control y los impuestos del estado.
"Este proyecto de ley parece ilógico, pero consultamos a nuestros miembros y más de 90% consideró que independientemente de lo que se piense sobre el asunto, es necesario que la seguridad pública tenga un enfoque responsable al respecto", dijo el jefe de la Policía de Covina, Kim Raney, presidente de la asociación.
Los defensores del consumo de marihuana con fines médicos, que han cabildeado infructuosamente a favor de un esquema regulador estatal que haga al sector menos susceptible a redadas y arrestos federales, han decidido mantenerse a la expectativa de la iniciativa.
Este sector prefiere un proyecto de ley del año pasado que impulsaron el asambleísta Tom Ammiano y los senadores Darryl Steinberg y Mark Leno, que contempla la imposición de controles e impuestos a la marihuana con fines médicos, como sucede con el alcohol, pero dispone menos restricciones sobre los médicos, a diferencia de la medida de Correa, aunque están dispuestos a un acuerdo, dijo Lynne Lyman, directora en California del grupo Drug Policy Alliance.
"Nos alienta mucho que la policía haya llegado a la mesa con sus propuestas y creemos que todos podemos trabajar juntos y presentar finalmente 18 años después una iniciativa modelo para el estado", señaló Lyman.
Los jefes de la policía y las ciudades se han sumado a las discusiones sobre los controles porque les preocupa que si no defienden un plan propio, lo partidarios de la marihuana lograrán que la Legislatura apruebe una iniciativa que agrave las preocupaciones de la policía y los gobiernos locales, en lugar de disiparlas.
Solo el año pasado, los grupos rechazaron tres iniciativas que habrían obligado a las tiendas de marihuana a tener licencia del estado pero que la Liga de Ciudades temió que dificultara a los gobiernos municipales y condados prohibirlas o controlarlas.