El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció ayer en persona sanciones adicionales a una veintena de altos funcionarios rusos y amenazó con ir tras sectores como el energético si Rusia no detiene su escalada en Crimea, que teme se extienda al sur y este de Ucrania.
Obama tardó tres días en ampliar la primera ronda de sanciones anunciada el lunes contra siete altos funcionarios rusos con una nueva lista que incluye a 16 miembros del Gobierno y cuatro personas del círculo cercano del presidente ruso, Vládimir Putin, a quienes se congelarán los activos que estén bajo jurisdicción de Estados Unidos.
También congeló el capital y prohibió a sus ciudadanos y empresas operar con el banco ruso Rossiya, una entidad utilizada por miembros de la cúpula de poder rusa con unos activos que rondan los 10,000 millones de dólares y que EU considera bastante expuesto a las medidas.
“Banco de los amigotes”. Un alto funcionario de la Administración Obama calificó en una conferencia telefónica al Rossiya como el “banco de los amigotes” del círculo cercano a Putin.
La declaración del presidente estadounidense tuvo lugar luego de que la cámara baja del Parlamento ruso ratificara ayer el acuerdo por el que Crimea y la ciudad de Sebastopol se incorporan a la Federación Rusa.
Obama compareció en la explanada sur de la Casa Blanca antes de volar a Florida para asegurar que está “profundamente preocupado” por “los ilegítimos movimientos de Rusia para anexionarse Crimea y ante el peligroso riesgo de escalada, con las amenazas al personal militar en Crimea y al sur y este de Crimea”.
“El mundo está siendo testigo con gran preocupación de cómo Rusia ha posicionado a sus militares de un modo que podría desembocar en una nueva incursión en el sur y este de Ucrania”, lamentó el mandatario.
Si estos movimientos se dan sobre las regiones de alta concentración de población ruso-hablante de Ucrania, la Casa Blanca tiene previsto, también mediante decreto ejecutivo, “imponer sanciones a sectores clave de la economía rusa”, agregó Obama. Estos sectores incluirían a la importantísima industria energética rusa, la financiera, minera y empresas de ingeniería, entre otros.
El mandatario estadounidense reconoció que “estas sanciones no solo tendrán un importante impacto en la economía rusa, sino que podrían afectar a la economía global. No obstante, Rusia deber saber que una escalada solo le llevará a aislarse de la comunidad internacional”, agregó.
Moscú contraataca. La respuesta rusa al anuncio de Obama no se hizo esperar y pocos minutos después Moscú anunció una lista de nueve políticos y asesores de la Casa Blanca sujetos a la reciprocidad de sanciones rusas.
Entre ellos figuran el presidente la Cámara de Representantes, John Boehner, el tercero en la línea de poder estadounidense, tres importantes asesores de Obama y cinco senadores, entre ellos el ex candidato presidencial republicano John McCain y el presidente del Comité de Exteriores de la cámara, Robert Menéndez.
El republicano Boehner dijo, a través de un portavoz, que “está orgulloso de haber sido incluido en la lista de aquellos que quieren ponerse firmes ante la agresión de Vladimir Putin”.