Decenas de personas perdieron ayer la vida en un concurrido bar de la ciudad de Mubi, en el noreste de Nigeria, tras el estallido de bomba mientras los clientes seguían por televisión un partido de futbol, informó la prensa local, que atribuyó el ataque a la secta islamista radical Boko Haram.
El bar está ubicado cerca de una base militar Mubi, una localidad del estado de Adamawa, que junto a los estados vecinos de Borno y Yobe padecen desde 2008 el accionar terrorista del grupo musulmán fundamentalista, opuesto al cristianismo, predominante en el norte de Nigeria.
El asalto ocurrió a las 19.00 hora local (18.00 GMT), poco antes de que se activara el toque de queda decretado desde hace meses en la zona por el gobierno, en lucha contra los integristas.
Algunos vecinos de la zona aseguran haber visto hasta 60 cadáveres, según la versión digital del diario local Punch.
El ataque no había sido reivindicado aún por Boko Haram, aunque, por la zona en la que se produjo y las características, prensa y autoridades se lo atribuyeron.
Según las primeras informaciones, y a pesar de operar el bar en un área con gran presencia militar, todas las víctimas mortales son civiles.
La Policía informó de la detención de dos presuntos autores materiales del ataque, uno de los cuales falleció en el hospital poco después de su arresto, debido a heridas provocadas por la explosión, agregó el portal.
Esta nueva acción se produce luego de que militantes armados de Boko Haram, surgido en Nigeria en 2002, asesinaran el sábado a tiros a varias personas en tres pueblos de Borno, donde el grupo tiene su base de operaciones.
Los hombres entraron en las primeras horas del sábado en camiones, con fusiles de asalto, explosivos y cocteles molotov, relataron habitantes de los pueblos.
En tanto, el Ministerio de Defensa de Camerún anunció que sus tropas liquidaron a más de 40 miembros de la secta en una operación a lo largo de la frontera común.
“Ha habido esta noche (ayer)un crudo enfrentamiento entre nuestras fuerzas de seguridad y miembros de Boko Haram”, dijo Badjeck Didier, vocero del Ministerio de Defensa de Camerún, quien agregó que el ejército también confiscó un importante arsenal del grupo armado.
“El enfrentamiento tuvo lugar en varios puntos de la frontera con Nigeria, y no ha habido ningún muerto ni herido en las filas camerunesas”, añadió el militar.
Más de mil militares cameruneses, apoyados por unos 600 miembros de las fuerzas especiales enviados al norte del país hace más de un año, fueron desplegados la semana pasada en la zona fronteriza con Nigeria para poner fin a las acciones de los integristas.
Desde el 14 de abril, Boko Haram mantiene cautivas a más de 200 alumnas de una escuela cristiana de Borno y pide a cambio de su liberación, el canje con presos suyos detenidos en Nigeria.
Estados Unidos, Gran Bretala e Israel participan junto a otros países en la búsqueda de las jóvenes, de 14 a 18 años. Unas 50 niñas lograron escapar del grupo original de casi 300 rehenes..
Unas 300 personas fueron asesinadas en las últimas semanas en el noreste del país, de mayoría musulmana en el norte y mayormente cristiana en el sur.
Desde que las fuerzas de seguridad mataron en 2009 al entonces líder y fundador del grupo, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha causado más de cuatro mil muertos, según el gobierno del presidente Goodluck Jonathan.
Religiosos libres
Los tres religiosos, dos italianos y un canadiense, secuestrados supuestamente por el grupo Boko Haram el pasado 14 de abril en Camerún fueron liberados ayer, informó el gobierno camerunés.
Según el diario local Le Septentrion, las negociaciones para que los islamistas radicales entregaran a los cautivos duraron casi una semana.
Los religiosos fueron entregados al secretario general de la presidencia, Ferdinand Ngo’o en Hamchide, cerca de la frontera con Nigeria a las 02H00 de la madrugada, informó el gobierno.