MEXICO, D.F.- El senador panista Juan Carlos Romero Hicks, presidente de la Comisión de Educación, aseguró que la crisis humanitaria de los niños migrantes no acompañados es reflejo de la pobreza y la violencia que se vive en los países centroamericanos expulsores como es el caso de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, México, entre otros.
El legislador consideró que se trata de un tema muy delicado porque ese tipo de migración de niños implica la atención a sus derechos humanos.
"Estamos ante un escenario inédito donde están viajando acompañados por personas que hacen explotación o tráfico de sus personas (traficantes) y están cayendo en redes de delincuencia organizada", expuso.
Romero Hicks aseguró que en el caso de México se debe asumir y atender de manera integral el problema. "Hay que verlo desde el origen hasta el lugar de destino, donde el territorio nacional es de paso, por lo cual no podemos ser omisos como país a negar que esto ocurre y que estos niños merecen la máxima protección y por eso se les debe dar una atención integral".
El legislador indicó que este problema se ha incrementado porque se ha corrido un rumor en los países de América Central que en cuanto lleguen a territorio estadounidense los niños migrantes van a gozar de una protección automática, que se van a reunir con sus padres o familiares.
"Esa mentira la difunden los sujetos que integran grupos de delincuencia organizada (polleros o traficantes de personas), quienes se aprovechan de su condición de menores de edad, hacen cobros y entregas de niños y, al final del día, las víctimas no están siendo atendidas y se violan sus derechos humanos".
Advirtió que la mayoría de los padres que piden que sus hijos viajen solos para encontrarlos en Estados Unidos, son engañados por ese tipo de delincuentes, quienes aseguran les prometen que una vez que los niños indocumentados ingresen a territorio estadounidense serán protegidos por las leyes migratorias "algo completamente falso".
Romero Hicks refirió que el gobierno de Estados Unidos informó que en los últimos ocho meses detuvo en la frontera a más de 47 mil niños migrantes "no acompañados", el doble de los reportados ocho meses antes.
Mientras que el Instituto Nacional de Migración reportó que en los primeros cinco meses del año las autoridades estadounidenses deportaron a nuestro país seis mil 330 niños, principalmente centroamericanos.
Recordó que de acuerdo con una ley aprobada en 2008, los menores que ingresan solos y son detenidos deben ser trasladados a un albergue en un plazo de 72 horas para su proceso de deportación, las autoridades intentan que los menores estén bajo la custodia de un familiar en espera de su audiencia ante un juez de migración.