El cohete nipón H-2A despegó este miércoles desde el sur de Japón para llevar al espacio la sonda Hayabusa-2 que en 2018 se encontrará con un asteroide, según imágenes difundidas en directo por la Agencia japonesa de exploración espacial (JAXA).
Este lanzamiento se efectuó tal como estaba previsto desde la base meridional de Tanegashima. El mismo se hizo bajo un cielo azul ligeramente nuboso, tras dos postergaciones sucesivas a causa de las malas condiciones meteorológicas; en principio debería haber tenido lugar el domingo pasado. "La trayectoria seguida está conforme al plan de vuelo", afirmó un comentarista de la JAXA varios minutos después del despegue.
No obstante, hay que esperar 1 hora y 47 minutos de vuelo antes de que la sonda Hayabusa-2 se separe del cohete, para después dirigirse hacia 1999 JU3, un asteroide primitivo casi esférico de menos de 1 kilómetro de diámetro, al que alcanzará aproximadamente a mediados de 2018.
El objetivo es recoger polvo del subsuelo de este cuerpo celeste rocoso, que contiene carbono y agua, para intentar comprender qué materias orgánicas y acuosas se encontraban originalmente presentes en el Sistema Solar. El regreso a la Tierra está previsto para 2020, si todo va bien. "Esta misión para recoger materia primitiva tiene el potencial para revolucionar nuestra comprensión de las condiciones de la formación de los planetas", escribió el equipo que pilota el proyecto en el seno de la JAXA.
"Además, puede brindarnos información importante" para proteger al planeta. Hayabusa-2 es casi similar a su antecesora, Hayabusa, lanzada en 2003, pero se beneficia de tecnología mejorada a partir de las numerosas averías sufridas por ésta. Este programa espacial con destino hacia el asteroide Itokawa finalmente fue exitoso, pero tras una verdadera epopeya que duró en total siete años.