Pekín, la capital de China, se encuentra hoy envuelta en su primera densa nube de contaminación de 2015, con niveles altamente perjudiciales para la salud que han llevado a las autoridades a desaconsejar las actividades en el exterior.
Según la embajada de Estados Unidos en Pekín, que mide la calidad del aire en base a la concentración de las partículas contaminantes PM 2,5 -las más dañinas para el ser humano ya que penetran directamente en los pulmones dado su pequeño tamaño-, la situación del aire es "peligrosa" hoy, con niveles que han llegado a 545.
Cuando el índice de calidad del aire marca más de 200, se considera que el aire es "nada saludable" y, en el caso de que supere los 300, pasa a ser "peligroso" o "muy peligroso".
Los datos oficiales, que desde el año pasado tratan de estar más actualizados, muestran unos niveles menores de contaminación que los proporcionados por la legación norteamericana, si bien sitúan la calidad del aire en los 430.
Las autoridades mantienen hoy la alerta amarilla -la tercera de mayor gravedad en un índice de cuatro colores- activada el sábado pasado, mientras esperan que un frente frío se lleve la polución que envuelve la metrópolis esta noche.
Hasta entonces, el Gobierno ha instado a los ciudadanos a abstenerse de participar en actividades al aire libre, si bien no ha decretado el cierre de escuelas o prohibido ninguna actividad en el exterior, medidas que se aplican con el nivel más alto de contaminación, el rojo.
Se espera que la polución, aunque de índices menos severos, también cubra la ciudad de Tianjin y la provincia de Hebei (norte), así como parte de la provincia de Shanxi (oeste) y de Sichuan (suroeste).
Las regiones de Hunan, Yunnan y Cantón, en el sur, también experimentarán una "intensa niebla" que limitará la visibilidad hoy, según medios del país asiático.