La cifra de víctimas del ataque perpetrado hoy en un recinto religioso chiita del sur de Pakistán ascendió a 55 muertos y más de 60 heridos, de acuerdo con el reciente balance oficial.
El grupo denominado Jundallah, que se escindió del Tehreek-i-Taliban Pakistan (TTP), se atribuyó la responsabilidad del atentado registrado este viernes en el centro de reunión chiita, localizado en el distrito de Shikarpur, en la provincia de Sindh.
La explosión se registró justo al terminar la oraciones musulmanas y provocó el colapso del techo del inmueble, donde en ese momento se encontraban hasta 400 chiitas, por lo que decenas de personas quedaron atrapadas bajo los escombros.
Los equipos de emergencias comenzaron las labores de socorro y han recuperado 55 cadáveres y trasladado a unas 60 personas heridas hacia hospitales en los distritos de Sukkur y Larkana, también en Sindh, aunque los lesionados más graves serán conducidos a Karachi.
El primer ministro paquistaní Nawaz Sharif y el presidente Mamnoon Hussain, así como dirigentes de organizaciones musulmanas en el país condenaron en términos firmes el mortal ataque, de acuerdo con reportes del periódico local The Dawn.
Líderes musulmanes en toda la provincia llamaron a una “huelga pacífica” como medida de protesta por el ataque y por el fracaso del gobierno en la lucha contra el extremismo, mientras que autoridades locales pidieron observar un día de luto por las víctimas.
Este ataque se produjo en momentos en que Pakistán intenta poner en práctica el Plan Nacional de Acción para combatir y erradicar el terrorismo en el país.
El perpetrado este viernes es el segundo atentado más mortífero contra un centro de reunión chiita en el territorio paquistaní desde que comenzó este año, luego del registrado en la ciudad de Rawalpindi en los primeros días de este mes.