La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó ayer la autorización otorgada por el gobierno de Nicolás Maduro a las Fuerzas Armadas venezolanas para que reprimir manifestaciones y que en ellas se les permita el uso de armas de fuego.
“Estamos preocupados por la reciente resolución 008610 del ministerio de Poder Popular para la Defensa de la República Bolivariana de Venezuela que describe las normas de comportamientos del ejército cuando controla asambleas y manifestaciones públicas”, señaló en rueda de prensa Rupert Colville, portavoz de la Oficina.
Una resolución del Ministerio de la Defensa de Venezuela indica que las Fuerzas Armadas podrán aplicar el “uso de la fuerza potencialmente mortal” durante manifestaciones, cuando la situación lo requiera.
“El uso del ejército para acciones de imposición de la ley debería ser un método excepcional de responder a una situación de emergencia, cuando hay una necesidad de apoyar a la policía civil” y no contra ésta, señaló el portavoz.