En la entrevista, el Papa mostró también su tendencia ideológica y su apuesta por una “socialización” de la Iglesia, mediante la incentivación de los sínodos, donde los temas eclesiásticos se discuten en asambleas de religiosos.

Recordó que a los 36 años ya era superior en la Compañía de Jesús en Córdoba (Argentina) “y tomaba mis decisiones de manera brusca y personalista. Mi forma autoritaria y rápida de tomar decisiones me llevó a tener problemas serios y a ser acusado de ultraconservador. Tuve un momento de gran crisis interior. No habré sido ciertamente como la beata Imelda, pero jamás he sido de derechas. Fue mi forma autoritaria de tomar decisiones la que me creó problemas (...) Con el tiempo he aprendido muchas cosas”.

Ya en su época como arzobispo de Buenos Aires corrigió ese autoritarismo y entendió que lo que más le ayudó fue pedir consejo para tomar decisiones: “Yo creo que consultar es muy importante”, por eso, dijo, su papado apostará por consultar en consistorios y sínodos.