Ciudad de México.- La hepatitis C continúa siendo un importante problema de salud pública, que requiere de diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado para su erradicación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 150 millones de personas en todo el mundo están infectadas por el virus de la hepatitis C, de transmisión sanguínea, el cual es responsable de 350 mil muertes anuales debido a complicaciones relacionadas con esta enfermedad.
En México, diversos estudios epidemiológicos y dos encuestas nacionales de salud señalan una prevalencia de alrededor de 1.4 por ciento. Pero la prevalencia puede ser aún mayor, si se considera que solo uno de cuatro individuos saben que padecen hepatitis C, según estimaciones de la Asociación Mexicana
de Hepatología.
Por este motivo, el número de pacientes que recibe el tratamiento es escaso, lo que explica el hecho de que la cirrosis hepática (complicación tardía de la hepatitis C), representa la tercera causa más común de mortalidad en hombres y la séptima en mujeres en edad económicamente activa. Tan solo en el 2012, se detectaron dos mil defunciones por cirrosis en nuestro país.
"El subdiagnóstico de la hepatitis C es causa de que esta enfermedad no reciba tratamiento oportuno y adecuado, lo que trae como consecuencia severas complicaciones como la cirrosis y cáncer hepático", indica el dr. Jorge Luis Poo, médico internista especializado en hepatología y gastroenterología, y Coordinador Científico del Fundación Amigos del Hígado, A. C.
De allí la importancia de que las personas expuestas a factores de riesgo como transfusiones de sangre antes de 1995, relaciones sexuales sin protección con múltiples parejas, la aplicación de drogas intravenosas, así como de tatuajes o perforaciones (piercing) en lugares no seguros, se realicen la prueba de la hepatitis C. El dr. Poo informó que actualmente existen tratamientos de última generación que han demostrado tasas de curación significativamente superiores a las obtenidas con terapias tradicionales. "Ahora existe una triple terapia que se aplica con interferón pegilado, ribavirina y un inhibidor de la proteasa de última generación llamado simeprevir, con el cual se obtiene una tasa de curación de 80 por ciento en los pacientes, en tan solo 12 semanas de tratamiento, que es mucho mayor a la que obtenemos solamente con interferón pegilado y ribavirina, que es del 40 por ciento al 50 por ciento."
En un futuro cercano, el tratamiento de la hepatitis C se dirige hacia una nueva era en la cual será posible eliminar el interferón, administrando simeprevir junto con otros fármacos con tasas de curación superiores al 90 por ciento, en pacientes con o sin cirrosis.
Simeprevir es un inhibidor de la proteasa de segunda generación, desarrollado por Janssen, la compañía farmacéutica de Johnson & Johnson, aprobado en México por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), para el tratamiento de la hepatitis C genotipo 1, en pacientes adultos.
"La detección temprana y el tratamiento oportuno y adecuado de la hepatitis C, evitarán complicaciones como la cirrosis, que implica un eventual trasplante de hígado; y el cáncer de hígado, con los altos costos que estas enfermedades implican para los pacientes y los sistemas de salud", concluyó Jorge Méndez Navarro, Gerente Médico de Janssen México.
En el marco del Día Mundial de la Hepatitis que se celebra cada año, el 28 de julio, en ésta edición bajo el lema: "Prevenir la hepatitis, depende de ti", la Asociación Mexicana de Hepatología (AMH) se suma a la campaña internacional con el objetivo de concientizar a la población sobre la importancia de esta enfermedad, considerada como una epidemia silenciosa que además no
manifiesta síntomas.
Cabe destacar que la Organización Mundial de la Salud, estableció el Día mundial de la Hepatitis, cada 28 de julio, a partir del año 2010. - See more at: http://www.oem.com.mx/elsoldetijuana/notas/n3898373.htm#sthash.RuyXtZri.dpuf