WASHINGTON, DC.- Tras años de vacilaciones, el presidente estadunidense, Barack Obama, dijo que rechaza el controvertido proyecto del oleoducto Keystone XL entre Canadá y Estados Unidos, al tiempo que confirmó su participación en la conferencia del clima en París.
Al tomar al fin esta decisión, seis años después de la primera solicitud de permiso de parte del grupo canadiense TransCanada, Obama marcó la actitud de Estados Unidos a un mes de la conferencia sobre el clima en París (COP21), que busca alcanzar un acuerdo mundial para frenar el aumento de la temperatura del planeta.
El proyecto, de unos mil 900 km de longitud -de los cuales mil 400 en Estados Unidos-, buscaba transportar el petróleo de las arenas bituminosas desde Alberta, Canadá, hasta el centro de Estados Unidos, en Nebraska, de donde iba a ser distribuido a las refinerías del país en el golfo de México.
A lo largo de los años, este caso se había convertido en emblema de la división ideológica en Estados Unidos entre demócratas y republicanos sobre temas de energía y medio ambiente.
“El Departamento de Estado decidió que el proyecto Keystone XL no es de interés nacional para Estados Unidos. Estoy de acuerdo con esta decisión”, dijo Obama en la Casa Blanca, destacando que el proyecto no tendría ningún impacto “significativo” en la economía estadunidense a largo plazo.
“El oleoducto no hará bajar el precio del carburante para los consumidores estadunidenses”, agregó el presidente. “Transportar petróleo crudo más sucio a nuestro país no refuerza la seguridad energética de Estados Unidos”.
TransCanadá reaccionó rápidamente y dijo que examinará las opciones que tiene para imponer una nueva demanda.
“Revisaremos nuestras opciones para, si es posible, abrir una nueva solicitud para enviar el petróleo crudo de nuestro cliente”, dijo el jefe ejecutivo de la compañía, Russ Girling, en un comunicado.
Valiente salto
Obama, que hizo de la lucha contra el cambio climático una de sus prioridades y ha dado numerosas declaraciones sobre el tema de cara a la COP21, siempre sostuvo que la discusión sobre este proyecto sería central durante la cumbre del clima.
“Aprobar tal proyecto habría debilitado nuestro liderazgo sobre el clima”, estimó, confirmando por primera vez que participará en la cumbre de jefes de Estado al inicio de la conferencia que se inicia en tres semanas.
“Espero con impaciencia encontrarme con mis homólogos del mundo entero en París, donde todos nos reuniremos en torno a un marco ambicioso para proteger el único planeta que tenemos”, indicó Obama.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, lamentó la decisión de Estados Unidos, aunque aseguró que las relaciones entre ambos países “abarcan más que un solo proyecto”.
En cambio hubo una avalancha de reacciones entusiastas entre los demócratas estadunidenses y en el seno de agrupaciones de defensa del medio ambiente.
“La decisión del presidente de rechazar el oleoducto Keystone es una etapa alentadora y un llamado a la acción para la COP21″, escribió en Twitter el exvicepresidente Al Gore, muy involucrado en el tema desde hace años.