Autoridades indonesias confirmaron hoy que 80 personas están desaparecidas, tres murieron y 39 más han sido rescatadas, luego que un ferry de pasajeros naufragó en aguas del golfo de Boni debido al mal tiempo en la zona.
Los equipos de rescate continúan este domingo buscando a las personas que siguen desaparecidas, aunque las olas altas y las malas condiciones meteorológicas dificultan la búsqueda, informó el jefe de la agencia de búsqueda y rescate del puerto de Siwa, Roki Asikin.
El ferry partió la mañana del sábado desde la localidad de Kolaka, en la provincia de Sulawesi del Sureste, y se perdió contacto con el barco cuando éste se encontraba a unas 13 millas del puerto de Siwa, al que se dirigía a través del golfo de Boni.
En su última comunicación con el puerto de Siwa, el capitán del barco informó que el motor de la embarcación se había detenido, que olas altas estaban golpeando al barco y el agua había comenzado a entrar en la cabina.
El ferry, en el que viajaban 12 miembros de la tripulación y 110 pasajeros -entre ellos cuatro niños y 12 bebés- debía llegar esta mañana a Siwa, pero en su camino fue atrapado por una tormenta.
Un total de seis buques de rescate fueron enviados desde las localidades de Kendari y Makassar para buscar al barco y sus pasajeros, pero avanzaron con dificultad por el mal tiempo, refirió Asikin.
Previamente este mañana, pescadores encontraron a cuatro personas, entre ellas una mujer y un niño, vistiendo chalecos salvavidas, y ellos relataron a las autoridades que su barco se hundió horas después de ser golpeado por las altas olas.
El portavoz del Ministerio indonesio de Transporte, Julius Barata, confirmó que 39 personas han sido rescatadas con vida y tres cuerpos fueron recuperados hasta esta tarde, de acuerdo con reportes del periódico local The Jakarta Post.
Los sobrevivientes han sido trasladados a hospitales en Siwa y Kolaka, señaló Barata.
Los accidentes de barcos son frecuentes en el archipiélago indonesio, debido a embarcaciones en mal estado, las cuales además no cumplen con las normas de seguridad y a menudo viajan con sobrecupo, lo que ha costado la vida a cientos de personas en los últimos años.