El balances provisional del naufragio de una barcaza con inmigrantes frente a la isla italiana de Lampedusa ascendió a 94 muertos y 250 desaparecidos, confirmó hoy la guardia costera.
El accidente se verificó aparentemente luego de que a bordo de la lancha se registró un incendio provocado por un corto circuito, dijeron los servicios de socorro.
Indicaron que unas 150 personas fueron rescatadas, mientras el ministro italiano de Comunicaciones y Transportes, Maurizio Lupi, informó en un comunicado que otras 250 estaban desaparecidas.
La alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, declaró que se trataba de "un horror" y que la morgue era insuficiente para acoger los cadáveres, por lo que fue acondicionado como cámara mortuoria un hangar del aeropuerto.
Según los medios, Nicolini envió un telegrama al primer ministro, Enrico Letta en el que le dijo: "venga a contar los muertos conmigo".
Por su parte, el Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) aseguró que la barcaza partió de Libia y que los indocumentados que viajaban en ella eran de nacionalidad eritrea.
En tanto, Letta anunció que se trasladó a la isla el ministro del Interior, Angelino Alfano, mientras el presidente de la República, Giorgio Napolitano calificó al accidente como "una tremenda tragedia".
"Estamos frente a la sucesión de continuas matanzas de inocentes, hasta la tremenda tragedia de esta mañana en Lampedusa", agregó el mandatario, que pidió "decisiones y acciones" por parte de la comunidad internacional, en primer lugar la Unión Europea.
Dijo que "es indispensable acabar con el tráfico criminal de seres humanos en cooperación con los países de proveniencia de los flujos de emigrantes y solicitantes de asilo".
"Son por lo tanto necesarias medidas de vigilancia adecuadas frente a las costas de las que parten estos viajes de desesperación y de muerte", anotó.
"No es el momento de culpar a nadie, pero pediremos a los países de la Unión Europea que hagan su parte", afirmó la ministra de Integración, Cecile Kyenge.