Luego de las asambleas de Iowa, la atención se centra esta semana en las primarias de Nueva Hampshire, donde el republicano Donald Trump llega como favorito en encuestas y por el lado demócrata la amplia ventaja del senador Bernie Sanders se acorta.
Trump, quien sorpresivamente cayó en Iowa, llega este martes a la primera votación en un estado con 33 por ciento en las preferencias y una ventaja de 17 puntos sobre su más cercano seguidor, el senador de Florida, Marco Rubio, quien tiene 16 puntos en la intención electoral, según un sondeo elaborado por CNN/WMUR.
El senador por Texas, Ted Cruz, quien ganó en Iowa, ocupa el tercer puesto con 14 por ciento, mientras que el gobernador de Ohio, John Kasich, le sigue con 11 por ciento, y ningún precandidato republicano rompió el apoyo de un solo dígito.
La encuesta de CNN/WMUR entre 362 votantes se completó con el debate del sábado en Nueva Hampshire y el margen de error es de 5.2 puntos.
En el plano demócrata, Sanders llega con 58 por ciento de las preferencias por delante de la exsecertaria de Estado, Hillary Clinton, con 35 por ciento. Esta es una carrera más apretada que la de Iowa, donde las encuestas sugerían un margen de 2-1 para Clinton.
Las primarias de Nueva Hampshire son de hecho la primera votación real y se considera una carrera clave, ya que permite a aspirantes como Donald Trump, Ted Cruz, Marco Rubio, Hillary Clinton y Bernie Sanders saber cómo atraer a un público más amplio.
Esta elección permite a los votantes no declarados emitir su sufragio en las primarias democráta o republicana.
La votación de Nueva Hampshire proporciona un impulso temprano para aquellos que logran un buen resultado. El impulso positivo viene en la atención de los medios y el apoyo de los donantes, los cuales son cruciales para las primarias que siguen a Nueva Hampshire.
Una prueba de lo que un triunfo en Nueva Hamsphire puede hacer, lo experimentó el senador John McCain en 2008. Su victoria ahí le ayudó a solidificar su posición a pesar de que su campaña estaba por los suelos meses antes de la primaria.
Pero una victoria en las primarias de Nueva Hampshire no garantiza un boleto para ganar la elección general, como le pasó a Hillary Clinton en 2008 que luego perdió ante el presidente Barack Obama.
Pero tan fácil como Nueva Hampshire puede proporcionar un impulso para un precandidato, también puede extinguir las esperanzas presidenciales de los demás.
El empresario Donald Trump, el senador Marco Rubio y Ted Cruz llegan al frente de las encuestas por la parte republicana, pero todos entrán en Nueva Hampshire con agendas un poco diferentes, lo que podría comenzar a marcar la diferencia.
Trump podría capturar parte del impulso que perdió en Iowa con una victoria en Nueva Hampshire, pero también si termina por debajo de las expectativas podría desinflar aún más su condición de favorito.
Cruz, quien ganó las asambleas de Iowa, tiene el dinero y el apoyo del ala derecha del Partido Republicano para competir, mientras que Rubio, que quedó en tercer lugar en las asambleas de Iowa, espera consolidar su posición como el principal aspirante.
La lucha dentro de la pista del llamado “establishment” está entre el exgobernador de Florida, Jeb Bush; el gobernador de Nueva Yersey, Chris Christie, y el gobernador de Ohio, John Kasich. Los observadores políticos predicen que sólo habrá espacio para un solo.
Mientras que en el lado demócrata, el senador Bernie Sanders espera conseguir algo de impulso serio de Nueva Hampshire, donde tiene una ventaja de dos dígitos sobre Clinton en las encuestas.
ijsm