Bolivia.- Seis funcionarios de la alcaldía de El Alto murieron y otros 28, quedaron heridos el miércoles después que manifestantes asaltaron y quemaron sus oficinas en vísperas de un referendo sobre la reelección del presidente Evo Morales.
“Tenemos a tres personas fallecidas del sexo masculino y tres del sexo femenino, todos murieron por intoxicación de monóxido de carbono”, indicó Polonia Pinto, administradora del hospital Holandés en entrevista con la radio de Erbol.
“Son tres hombres y tres mujeres. Cuatro de ellos murieron intoxicados porque permanecieron en un baño y otros dos al llegar a la terraza del edificio”, informó el ministro de Gobierno Carlos Romero, en rueda de prensa.
Entre lágrimas la alcaldesa de El Alto, Soledad Chapetón, en conferencia de prensa adujo que los agentes de la policía “irresponsablemente no han acudido a tiempo”.
Ambos partes se culparon de lo sucedido. La alcaldesa explicó que se quemaron documentación de procesos a ex funcionarios del partido del gobernante Movimiento al Socialismo que controló esa alcaldía hasta el año pasado. El ex alcalde Edgar Patana está detenido preventivamente por denuncias de corrupción.
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Marcelo Elío, llamó el hecho de “auto atentado”, y acusó a “grupos infiltrados” afines a la alcaldesa, del opositor partido Unidad Nacional, de haber “orquestado” la protesta y el asalto a las oficinas ediles para desprestigiar al gobierno. El ministro se mostró más cauto y dijo que esperan las investigaciones.
La protesta comenzó en la mañana del miércoles cuando juntas escolares de padres de familia convocaron a marchar para reclamar a la alcaldesa mayor infraestructura en las escuelas públicas de esa ciudad. A los manifestantes se unieron estudiantes de la Universidad Pública El Alto.
Los manifestantes prendieron una fogata en las puertas de la alcaldía donde quemaron documentos, muebles y equipos. Los funcionarios no pudieron contener a la turba. Un jefe policial reconoció que la policía antimotines reaccionó después que estallara el asalto a las oficinas.
La protesta tenía lugar casi a la misma hora en que el presidente Morales cerraba su campaña en otro sitio de la ciudad para el referendo del domingo. Hasta ahora la campaña electoral se había desarrollado en tranquilidad. Por primera vez Morales no es favorito, según las últimas encuestas.
El domingo los bolivianos acudirán a las urnas para votar si aceptan o no una reforma de la constitución que permitiría a Morales una nueva reelección en 2019. El mandatario lleva 10 años en el poder y según la constitución vigente esta sería su última gestión.