La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que aglutina a toda la oposición política en Venezuela, anunció ayer que hará todo lo posible por lograr derrocar a Nicolás Maduro y a su gobierno cuanto antes. En palabras del secretario ejecutivo de la coalición, Jesús Torrealba, la MUD va a “conformar el movimiento democrático de presión popular más grande que haya existido”, y concretó que van a “activar todos los mecanismos de cambio democrático que se encuentran en nuestra Constitución”.

Torrealba especificó que la MUD ha trazado un plan llamado “Hoja de Ruta 2016” que contempla tres grandes estrategias para lograr echar a Madrudo del gobierno de Venezuela. La primera sería la propia renuncia del presidente, algo que se antoja poco probable. Aún así, el texto, leído por Torrealba, anuncia que este próximo sábado la oposición convocará movilizaciones en Caracas para pedir la renuncia de Maduro, en un acto que, asegura la MUD, “debe caracterizarse por su carácter pacífico y contundente determinación democrática”.

La segunda, que se va a impulsar de forma inmediata, es una enmienda constitucional que reduciría el mandato de Maduro de seis a cuatro años, algo que supondría “lograr elecciones este año”. Esta enmienda deberá ser redactada por el Congreso, en manos de la oposición, y luego sometida a referendo.

La tercera opción, que la MUD también anunció que empezará a tramitar de forma inmediata, será un proceso para convocar un referéndum que preguntará sobre la revocación del mandato de Maduro, algo que la MUD también tratará de lograr en este mismo 2016. Para ello, la oposición reclama aprobar una ley de referendos que evite “el bloqueo o retardo de este mecanismo constitucional”.

“RESCATAR LA DEMOCRACIA”. Torrealba prosiguió manifestando que la Constitución venezolana “está siendo violada por las instituciones que debieran defenderla”, por lo que llamó a la movilización para “rescatar la democracia”. La MUD, finalmente, advirtió que si el gobierno trata de bloquear estos mecanismos constitucionales, no dudarán en “activar un proceso constituyente” que, explicaron, “por su misma naturaleza, estaría a salvo del saboteo de los poderes constituidos”.