El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, está dolido por el escándalo que ha estallado y que ha manchado la imagen del país en todo el mundo. Para evitar que se siga manchando aún más, ayer anunció que su Gobierno creará “un comité independiente de expertos” para que “evalúen prácticas vigentes”, como las que realiza el bufete de abogados Mossack Figueroa, en el ojo del huracán por la filtración de más de once millones de documentos con la identidad de sus clientes.
Varela propuso también que el grupo de expertos independientes que se formará “adopte medidas para fortalecer la transparencia de los sistemas financieros y legales” del país.
Panamá “compartirá con otros países del mundo” esas medidas que recomienden los expertos “nacionales y extranjeros” para fortalecer la transparencia de los sistemas financieros y legales, dijo el mandatario, al referirse en mensaje a la nación a raíz del escándalo por la filtración masiva conocida como los “Papeles de Panamá”.
“Vulnerables”. Varela reconoció que pese a “los pasos decisivos en favor de la transparencia y fortalecimiento” del sistema financiero y la plataforma de servicios de Panamá que ha dado su Gobierno, el país tiene que “seguir avanzando en la agenda de Estado” que se ha trazado para “blindar” sus instituciones.
Recalcó que “los mal llamados papeles de Panamá no es un problema” de su nación “sino de muchos países cuyas estructuras son todavía vulnerables para ser utilizadas para actividades que no son para el bien común de los ciudadanos”.
“No vamos a permitir que esta situación mediática nos defina como país. Los Gobiernos serios y responsables no negociamos la adopción de obligaciones internacionales a través de los medios de comunicación sino a través de la diplomacia, el diálogo serio, responsable y constructivo”, aseveró.
Informó que instruyó a la canciller panameña, Isabel De Saint Malo de Alvarado, para que “contacte a países miembros del Foro Global y reitere ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico [OCDE]” la disposición de Panamá “a dialogar con respeto para alcanzar acuerdos que contribuyan al desarrollo económico de nuestros países”.
A raíz de la filtración masiva de los documentos de la firma panameña de abogados Mossack Fonseca, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, dijo el lunes que Panamá “es el último gran reducto que sigue permitiendo la ocultación de fondos en paraísos fiscales”, e instó al país a aplicar de inmediato los estándares internacionales de transparencia financiera.
“Preocupación”. Previo a su mensaje, el presidente Varela se reunió con el cuerpo diplomático acreditado en el país para explicar la posición del Gobierno por la filtración masiva de los documentos, y que ayer siguió destapando nombres, como el del escritor Mario Vargas Llosa o el hijo de la ex premier británica Margaret Thatcher.
A la reunión, asistieron representantes de 45 sedes diplomáticas, entre los que se encuentran los embajadores de Francia, Estados Unidos, España, México, Brasil y Argentina.
Varela “está preocupado” por los supuestos ataques que está recibiendo el poderoso centro bancario panameño, confirmó el canciller encargado, Luis Miguel Hincapié.
La primera consecuencia directa para el país centroamericano, que tiene en los servicios financieros uno de los pilares de su pujante economía, ha sido el anuncio de Francia de “reinscribir a Panamá en la lista” negra de paraísos fiscales, según anunció el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin.
El Gobierno panameño advirtió hace dos días que no descartaba aplicar la ley de retorsión o reciprocidad a cualquier país que incluyera en listas discriminatorias.