El grupo terrorista Estado Islámico (EI) mató a al menos 93 personas y dejó heridas a otras 161 en tres atentados perpetrados en dos barrios de mayoría chií y otro suní en Bagdad, en una de las jornadas más sangrientas en los últimos meses en Irak.
El ataque más mortífero se produjo en el distrito de mayoría chií de Ciudad Sadr, donde fallecieron 64 personas y 87 resultaron heridas por el estallido de un vehículo cargado de explosivos en las cercanías del mercado Al Dajel, informó a Efe una fuente policial.
En un comunicado, la filial el EI en la capital iraquí, Wilayat Bagdad (Provincia de Bagdad), asumió la autoría del ataque e informó de que fue llevado a cabo por uno de sus miembros, que identificó como Abu Suleiman al Ansari.
Además, los yihadistas aumentaron la cifra de víctimas a 70 muertos y alrededor de un centenar de heridos, según informó la agencia de noticias Amaq, ligada a la organización extremista.
Al Ansari logró llegar hasta una gran agrupación de milicianos chiíes de la Multitud Popular, a los que la nota calificó de "renegados".
Por su parte, la fuente policial insistió en que el ataque causó también grandes daños materiales en la zona, donde decenas de tiendas resultaron destruidas y unos quince vehículos quedaron calcinados.
Las fuerzas de seguridad cercaron el lugar de la explosión para facilitar el traslado de los heridos a los hospitales, donde algunos de ellos fallecieron, aumentando considerablemente la cifra inicial de víctimas mortales.
Un vecino de Ciudad Sadr, que se identificó como Abu Haidar, mostró en declaraciones a Efe su indignación por lo ocurrido.
"No se qué hemos hecho nosotros, los pobres, para que nos ataque el terrorismo. La gente que frecuenta el mercado son los pobres, entonces ¿por qué el Gobierno no nos ofrece protección? ¿Acaso nuestra sangre no tiene valor?", se preguntó.
Haidar acusó también a "órganos políticos", que no identificó, de estar detrás de estos atentados "que siempre se perpetran en Ciudad Sadr, debido a que sus habitantes exigen combatir a los grandes señores de la corrupción".
Por su lado, otro vecino, Abdelhusein Abdalá coincidió con el anterior y afirmó que "círculos políticos desean confundir las cosas e incendiar Irak con discordias. Esos círculos sectarios y el EI son dos caras de una misma moneda".
Asimismo, señaló con tristeza que buscó a un amigo suyo -que esta mañana acudió al mercado- entre los cadáveres despedazados y restos mutilados esparcidos en el lugar.
"No lo encontré, por lo que deseo que haya resultado herido e ingresado en un hospital", agregó Abdalá.
Por último, responsabilizó de lo sucedido a las fuerzas de seguridad, por lo que exigió la destitución de los altos cargos de la Policía, "ya que los ataques en Ciudad Sadr se han repetido últimamente".
Por otro lado, otro atentado en el barrio de mayoría chií de Al Kazemiya perpetrado por el EI causó hoy la muerte a al menos 17 personas y heridas a otras 43.
Además, un tercer ataque en el distrito de Al Yamea (Al Adl, en su denominación antigua) provocó 12 muertos y 31 heridos.
En un comunicado firmado también por Wilayat Bagdad y difundido en foros yihadistas, la organización informó de que los ataques fueron llevados a cabo por dos de sus miembros, a los que identificó como Anis al Ansari y Abu Abdelmalek al Ansari.
Según el EI, ambos atentados se produjeron contra concentraciones de miembros de la milicia chií Multitud Popular, a la que calificaron de "renegada".
El primero de ellos fue perpetrado por un "mártir" que hizo estallar su cinturón de explosivos, mientras que el segundo se produjo en un puesto de control de la milicia, añadió el comunicado.
Sin embargo, una fuente de la Policía iraquí precisó que ambos ataques fueron perpetrados por coches bomba.
En Al Kazemiya se encuentra el mausoleo chií del imán Musa al Kazem, cuyo aniversario de muerte fue celebrado a principios de mes.
El pasado 30 de abril, al menos 24 personas murieron y 39 resultaron heridas en un atentado con coche bomba en un mercado popular para la venta de ganado en ese barrio, que recibió a peregrinos chiíes debido a esa celebración religiosa.
Ciudad Sadr, donde viven muchos seguidores del destacado clérigo chií Muqtada al Sadr, que en la actualidad mantiene un pulso con las autoridades, es con frecuencia blanco de atentados de los extremistas suníes.
El pasado febrero, 55 personas fallecieron y más de 100 resultaron heridas en un doble atentado suicida perpetrado en ese distrito bagdadí, cuya autoría fue asumida por el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Las tropas iraquíes, con el apoyo de milicias chiíes, se enfrentan desde junio de 2014 al EI, el cual declaró un califato en los territorios que controla en Irak y en la vecina Siria.