Londres, Inglaterra.- La policía aumentó el jueves el número de agentes en las calles de Londres, después de que un hombre matara a una mujer e hiriera a otras cinco personas con un cuchillo cerca del British Museum. La policía dijo que la salud mental podría haber sido un factor en el ataque, pero que “el terrorismo sigue siendo una línea de investigación.”
El suceso se produjo apenas unos días después de las autoridades alertaran al público de que esté alerta ante los ataques inspirados por el grupo Estado Islámico en otras partes de Europa.
Los primeros indicios apuntaban a que la salud mental había sido un factor en el ataque, que ocurrió en torno a las 10:30 de la noche del miércoles en la céntrica plaza de Russell Square, una zona llena de estudiantes y turistas.
“Mantenemos la mente abierta en lo referente al motivo, y el terrorismo sigue siendo una línea de investigación abierta“, dijo el comisario asistente de la policía londinense, Mark Rowley, sin dar más detalles.
“La salud mental sigue siendo un enfoque importante para nuestra investigación“, dijo a su vez el jefe de la Policía metropolitana, Bernard Hogan-Howe.
La policía dijo haber recibido “numerosas” llamadas del público sobre un hombre que estaba atacando a la gente con un cuchillo en las calles en torno a la plaza.
Los agentes emplearon una pistola paralizante para reducir al sospechoso de 19 años, que fue detenido como sospechoso de asesinato.
La mujer fallecida era sexagenaria, dijo la policía, sin dar más detalles. Dos víctimas seguían en el hospital, y las demás habían recibido el alta.
Helen Edwards, de 33 años y que vive en la zona, salió para dar un paseo y encontró policías equipados con armas de fuego cerca de una estación de metro. En una ciudad que aún tiene fresco el recuerdo de los atentados del 7 de julio de 2005 contra el transporte público, Edwards dijo haber sospechado de inmediato que se había producido un ataque.
“Siempre está eso en un rincón de tu cabeza“, comentó. “Uno vive con esa amenaza de terrorismo u otros crímenes en un rincón de la cabeza. Supongo que no fue una gran sorpresa.”
Ellie Cattle, de 21 años, estudiante que se aloja en un hotel cerca de la plaza, dijo que había oído a la policía gritar “¡Suéltalo, suéltalo!”.
“Entonces oí algo que sonó como un disparo, pero debió ser el Taser“, dijo. “Después de eso simplemente dejaron de gritar. No oí más gritos de nadie.”
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, instó al público a mantener la calma y estar alerta, instando a la gente a servir como primera línea de defensa ante cualquier clase de ataque.
“Todos tenemos un papel vital que jugar como los ojos y oídos de nuestra policía y servicios de seguridad, y ayudando a garantizar que Londres está protegida“, dijo.
Los cuchillos son el arma más habitual en los asesinatos en Gran Bretaña, que tiene estrictas leyes de control de armas. En el año hasta marzo de 2015 se produjeron 186 muertes por cuchillos, según estadísticas del gobierno, lo que supone un tercio de todos los asesinatos.
En los últimos tres años, Londres ha sufrido dos ataques con arma blanca inspirados por el islam radical. En mayo de 2013, dos londinenses inspirados por Al Qaeda mataron al soldado fuera de servicio Lee Rigby en una calle cerca de su cuartel. En enero, un hombre con un trastorno mental, Muhiddin Mire, intentó decapitar a un pasajero del metro de Londres exclamando que lo hacía “por Siria.”
El suceso del miércoles se produjo horas después de que la policía de Londres anunciara que desplegaría más agentes con armas de fuego. La idea es reforzar la confianza del público tras varios atentados en Europa cometidos por grupos inspirados por la milicia radical Estado Islámico.
La policía británica, en su mayor parte, no lleva armas de fuego, un principio que se mantiene. Incluso con los nuevos agentes, la mayoría de los 31.000 policías de Londres no portarán armas de fuego.