El Consejo Constitucional de Francia, máximo tribunal del país, dictaminó ayer que los alcaldes del país no pueden negarse a casar a parejas homosexuales, luego que un grupo de regidores presentó un recurso legal para evitar ese procedimiento, por lo que encaso de no acatar la disposición se harán acreedores a multas y cárcel.

En los argumentos presentados por los alcaldes, indicaron que el matrimonio entre gays iba en contra de sus creencias morales o religiosas, pero la corte rechazó que estos alegatos al indicar que los ediles puedan esgrimir una “cláusula de conciencia”.

De acuerdo con una circular emitida por el Ministerio del Interior, en el que sustenta la legalidad de los matrimonios entre personas del mismo sexo, se advierte que aquel funcionario público que se niegue a dar fe de un matrimonio igualitario se enfrentaría a una pena de cinco años de prisión y a pagar una multa de 102 mil 500 dólares.