La histórica decisión de cambiar su voto ocurre después de que el gobierno del Presidente Barack Obama ha insistido en que el embargo debería ser suspendido como parte de la normalización de las relaciones entre Washington y La Habana.
El voto de abstención probablemente enfrentará a la administración de Obama con el Congreso estadounidense, liderado por los republicanos, quienes apoyan el embargo que su país impuso a Cuba hace 55 años a pesar del restablecimiento de relaciones diplomáticas.