El ejército de Estados Unidos aseguró ayer que su polémico escudo antimisiles THAAD ya se encuentra listo para operar en Corea del Sur, una medida de seguridad que es rechazada por China, Rusia y el propio régimen comunista de Corea del Norte.
“Las Fuerzas de Estados Unidos en Corea (USFK, por sus siglas en inglés) confirman que el sistema de Defensa Aérea Terminal de Gran Altura (THAAD) está operativo y tiene la capacidad de interceptar misiles norcoreanos y defender a la República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur)”, señala el comunicado del organismo militar.
El escueto anuncio oficial estadunidense, firmado por el coronel Richard Manning, ocurre apenas una semana después de que comenzó la instalación del THAAD en un antiguo campo de golf de la localidad de Seongju, a unos 200 kilómetros de Seúl.
La noticia se conoce en un momento de especial tensión en la península coreana a raíz de las repetidas pruebas de armamento de Pyongyang, y cuando dos bombarderos estratégicos B1 estadunidenses de la base aérea Andersen en la isla de Guam participaron el lunes en maniobras con fuerzas de Corea del Sur y Japón, lo que despertó la reacción norcoreana.
En una primera reacción, China se declaró “dispuesta a tomar todas las medidas que sean necesarias para proteger” sus intereses y exigió el cese inmediato del despliegue del sistema THAAD en Corea del Sur. En esa sintonía, el portavoz de la cancillería china, Geng Shuang, indicó a la agencia de noticias rusa TASS que la posición de su país sobre el escudo no cambió.
AMENAZA. En tanto, el régimen de Corea del Norte advirtió ayer que el inicio de sobrevuelos de bombarderos supersónicos estadunidenses B-1B Lancer tienen a la Península de Corea al borde de una “guerra total”, lo que conducirá —dice— a un conflicto nuclear, destacó la cadena Univisión.
Según Corea del Norte, “la desastrosa provocación militar está empujando la situación en la Península de Corea cerca de una guerra nuclear”, indicó la agencia de noticias norcoreana KCNA.