Turkmenistán, una exrepública soviética situada en Asia central, prohibió desde el pasado 1 de enero los vehículos en color oscuro y exige sean pintados de colores claros, y también que las mujeres no conduzcan.
Según el periódico francés Le Monde, el país, gobernado desde 2006 por el supersticioso dictador Gurbanguli Berdimujámedov, justifica la segunda de las decisiones por la supuesta mayor peligrosidad de las conductoras y por ser causantes el mayor número de accidentes, lo que argumentó con estadísticas oficiales el ministro del Interior del país, Iskander Moulikov.
Sin ningún aviso ni comunicado oficial, todos los auto negros o de color oscuro empezaron a ser retirados por la grúa de los estacionamientos de la capital, Asjabat, y llevados a depósitos de la policía de tránsito.
Cuando los dueños de los vehículos acudieron a retirarlos, la policía les dijo que debían pintarlos en colores claros, o más exactamente, de blanco o plateado, considerados de la suerte por el dictador. No hubo más explicaciones, pero se sabe de la pasión del gobernante por el blanco: sus caballos son blancos, suele vestirse de blanco, ha llenado la capital de mármoles blancos y en septiembre del 2014 todos los altos funcionarios del país tuvieron que cambiar sus autos negros por Mercedes Benz E300 de color blanco.