El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer por unanimidad una resolución que demanda un cese el fuego sin demora por 30 días en todo el Siria, para permitir la entrada de ayuda humanitaria en el país y el desalojo de heridos tras la grave escalada de violencia en Guta Oriental, el feudo rebelde a las afueras de Damasco, que en seis días ha dejado más de 500 muertos.
El documento, propuesto por Suecia y Kuwait, fue aprobado luego de casi una semana de negociaciones, en las que finalmente cedió Rusia, principal aliado del régimen de Bachar al Asad en la guerra en Siria, y que en marzo próximo cumple siete años de haber iniciado.
El cese al fuego que la ONU confía entre en vigor de forma inmediata, avaló luego de que más de 500 civiles han muerto en los últimos seis días, de acuerdo con observadores internacionales, como consecuencia de la ofensiva militar perpetrada por fuerzas del gobierno sirio contra el suburbio de Guta Oriental.
RESTRICCIÓN. La resolución aprobada ayer exige que todas las partes “cesen las hostilidades sin demora” y que implementen la tregua por un periodo mínimo de 30 días a fin de garantizar el acceso sin restricciones de la ayuda humanitaria, así como para facilitar los desalojos médicos de enfermos y heridos.
El documento también exige la terminación inmediata de los asedios de las zonas pobladas, incluyendo Guta Oriental, Yarmuk y Kefraya.
La resolución precisa, sin embargo, que el cese al fuego no se aplicará a las operaciones militares contra los yihadistas del Estado Islámico ni contra el Frente al-Nusra, ni contra las demás organizaciones calificadas como terroristas por el Consejo de Seguridad.
INSUFICIENTE. Organismos civiles celebraron la aprobación del cese al fuego en Siria como un paso en la dirección adecuada, aunque enfatizaron que la medida es insuficiente.
“Es hora de poner fin a todos los ataques contra los civiles y la infraestructura, y de responsabilizar a los autores de las atrocidades de los últimos siete años”, afirmó Louis Charbonneau, director para la ONU de Human Rights Watch.
Por su parte, Sherine Tadros, directora de Amnistía Internacional para la ONU, expresó su preocupación de que el cese al fuego se ignore con el pretexto de que se atacará a grupos terroristas, lo que justificaría ataques indiscriminados contra los civiles.