El presidete ruso responde que no caerá en la “diplomacia del Twitter” y apela al sentido común. Cerrado el espacio aéreo en el Mediterráneo oriental. Consejo de Seguridad se reúne hoy a petición de Bolivia
Cumplido el plazo que se dio el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para atacar Siria por el ataque químico —amenaza que finalmente no cumplió—, el republicano prefirió ayer disparar un tuit incendiario con mensaje dirigido expresamente a su homólogo ruso, Vladimir Putin.
“Rusia promete derribar todos los misiles disparados contra Siria. Prepárate Rusia, porque van a ir, bonitos, nuevos e ¡inteligentes!”, escribió a primera hora de la mañana en su cuenta en Twitter en la que, además, criticaba a Moscú por asociarse “con un animal que mata con gas a su gente y ¡disfruta!”.
“Estamos preparados”. Mientras Trump elevaba su tono beligerante en las redes sociales, su secretario de Defensa, James Mattis, precisaba que las Fuerzas Armadas de EU están preparadas para proporcionarle al presidente “la respuesta militar que determine” para castigar al gobierno sirio.
Putin, alarmado. El presidente ruso Putin, alarmado por el nivel de frivolidad de su homólogo estadunidense, declaró ayer que no va caer en el juego de la “diplomacia de Twitter”.
“La situación en el mundo se está volviendo cada vez más caótica. Con todo, esperemos que al fin y al cabo impere el sentido común y las relaciones internacionales entren en un cauce constructivo”, dijo.
Mientras, la cancillería rusa fue aún más allá que el Kremlin al insinuar que lo que en realidad busca Trump al atacar Siria es “borrar con misiles inteligentes todas las huellas de la provocación de los rebeldes”, en alusión a la denuncia rusa de que en realidad el ataque químico fue obra de los opositores sirios, que buscan así la entrada de Estados Unidos en la guerra, justo cuando el republicano había anunciado la retirada de todas sus tropas de ese país árabe.
“¿Los inspectores de la OPAQ [la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas] ya saben que los misiles inteligentes van a eliminar ahora todo rastro del uso de armas químicas?”, se preguntó María Zajárova, portavoz de la cancillería.
La diplomática recordó que “los misiles inteligentes deben ser dirigidos contra los terroristas y no contra un gobierno legítimo [en alusión al de Bachar al Asad] que tantos años ha luchado contra el terrorismo internacional en su territorio”.
Cielos despejados. Mientras se decide o no Trump a atacar, el régimen de Damasco ha ordenado a sus tropas a retirarse de bases militares que podrían ser objetivos de la venganza de Washington, y que no ocurra lo de hace justo un año, cuando el republicano ordenó lanzar 59 misiles Tomahawk contra la base aérea de Shayrat, causando decenas de muertos e importantes daños, en represalia a un ataque químico contra un bastión opositor,
Por su parte, Líbano y varias compañías áreas de Oriente Medio anunciaron la cancelación inmediata de vuelos en la zona.
¿A dónde se dirige el destructor con misiles inteligentes USS Donald Cook?
A pesar de que el presidente Trump se resiste a dar detalles de cómo podría atacar a Siria, los precedentes indican que el Pentágono ordenará el lanzamiento de misiles desde alguno de los buques de su flota desplegada en el mar Mediterráneo.
El USS Donald Cook, un destructor con misiles teledirigidos de la VI Flota, con base en el sur de España, levó anclas el lunes en el puerto de Larnaca, Chipre, isla próxima al litoral sirio. Sin embargo, fuentes de la Armada se niegan a aclarar a dónde se dirige este buque con capacidad para lanzar lo que podrían considerarse misiles “inteligentes”, a los que hacía referencia Trump.
El año pasado, después de que según las autoridades quedara “fuera de toda duda” la implicación del Ejército sirio en el ataque con gas sarín sobre el pueblo rebelde de Jan Sheijún, Trump ordenó un ataque contra la base aérea de Shayrat (Homs), desde donde supuestamente despegó el caza que ejecutó el bombardeo químico. Aquel ataque, que supuso la primera acción militar directa contra Al Asad en los 6 años de guerra civil que asolaba a su país por aquel entonces, se ejecutó desde los destructores USS Ross y USS Porter, ambos de la misma clase que la del buque que surca en estos momentos las aguas del Mediterráneo sin rumbo conocido.