San Diego.- La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) dio a conocer una serie de documentos que revelan el generalizado abuso al que fueron sujetos los niños inmigrantes que estuvieron bajo custodia de la CBP entre 2009 y 2014.
De acuerdo con Zoë McKinney, representante de la ACLU, los menores fueron objeto de abuso físico, sexual, verbal y psicológico. Señaló que estos documentos revelan maltratos que, en el mejor de los casos, son negligentes, y, en el peor de los casos, son intencionalmente crueles.
La representante de la ACLU mencionó que, a los niños inmigrantes, los oficiales les llamaban “perros” y “basura”; además, les decían a unas menores embarazadas que estaban contaminando el país con sus bebés.
Asimismo, obligaban a los niños a firmar formularios de deportación voluntaria, disparar a los menores con pistolas eléctricas (Tasers) y pistolas paralizantes, y atropellar a los niños con vehículos patrulla hiriéndolos de gravedad.
También fue documentado que los niños inmigrantes permanecieron por más de 72 horas en celdas heladas, sobrepobladas e insalubres y sin suficiente comida. Registraron que una niña de 16 años fue obligada a abrir sus piernas y tocar sus genitales.
“Cuando una niña de 17 años se rehusó a firmar un documento que no entendía, un agente le amenazó con cerrar la puerta del cuarto de interrogatorio y violarla, pero usando palabras altisonantes”, agregó la abogada de ACLU.
Zoë McKinney señaló que es difícil cuantificar el número de niños que resultaron agredidos, ya que el gobierno norteamericano entregó de manera desordenada los expedientes.
“Tenemos una petición para demandar al gobierno que paren estos abusos y que hagan cambios para crear un sistema para investigar estos tipos de alegaciones de manera completa, rigurosa y independiente. También hay varias demandas activas, incluso una demanda colectiva, acerca del tema de las condiciones de detención bajo la custodia de CBP”, puntualizó.
La activista precisó que la mayoría fueron menores no acompañados que llegaron del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras, El Salvador) y de México huyendo de violencia y pobreza extrema en sus países nativos.
“Desde hace mucho tiempo saben de las condiciones inhumanas y de las denuncias generalizadas de abuso. No tomaron medidas significativas para que los agentes federales rindan cuentas del abuso o para asegurar que este abuso nunca vuelva a ocurrir”, expresó.
Por último comentó que, pese a los documentos que revelan abusos ocurridos entre 2009 y 2014, muchos de los directivos de la CBP de la administración Obama siguen ocupando cargos importantes bajo la administración de Trump.
“Esta administración ya nos ha demostrado que no respeta la humanidad de las personas inmigrantes, y el presidente Trump ha dicho que quiere aumentar la cantidad de agentes en la frontera y que los agentes tengan aún menos restricciones. Este contexto nos señala que la agencia esta empoderada para que sigan con estos abusos”, concluyó.