Una vez más, los datos del Gobierno confunden: no hay 501 muertes en 24 horas, sino avisos de defunción atrasados. Una de las muertes anunciadas ocurrió en febrero...
El Gobierno de la República registró 5 muertes ocurridas por COVID-19 en las últimas 24 horas. El reporte dado ayer, con 501 muertes nuevas es, una vez más, un conglomerado de datos fatales que ocurrieron hace días o semanas. Es más, una de esas muertes “nuevas” es del 23 de febrero, uno de esos casos que López Gatell se niega a acreditar cabalmente porque ocurrieron antes del primer enfermo oficial y del inicio de las ya famosas fases de respuesta a la pandemia.
Además de aquella muerte de febrero, un caso de abril originalmente declarado por Covid fue desechado o bien refechado (no se aclara) y el resto de casos que componen las 501 muertes “nuevas” corresponden a: 11 en el mes de abril; 69 a la primera quincena de mayo y el resto (416) a la segunda quincena del mes actual.
La enorme falta de datos que había sobre el periodo del 16 al 25 de mayo se acentuó por el fin de semana pasado. Eso, que la información se rezague en fin de semana, es algo que ocurre continuamente en los datos que López Gatell y su equipo presentan diariamente en las noches: los hospitales federales y los de las entidades federativas tienden a retrasar los cortes que deben hacer en sábado y domingo, lo que ocasiona que el reporte del lunes sea deficiente y el reporte del marte tenga casos anteriores que abultan la cifra. Eso fue lo que pasó ayer.
Ahora bien, la tragedia es evidente; Crónica había reportado que el número de muertes reales al día (por fecha de defunción y no por la fecha en la que la autoridad sanitaria se entera) está encima de 200. Esa cifra, si se mantiene durante 10 días, nos llevará a 10 mil muertes a nivel nacional. Ya muy por encima de las previsiones de la autoridad.
Este caso, como otros similares ocurridos previamente, muestran lo complicado que ha sido el manejo de información sobre el COVID-19… nunca se aclaró bien a bien qué datos se están informando en las conferencias nocturnas y eso justifica, cuando menos en parte, que se haya interpretado que entre lunes y martes murieron medio millar de mexicanos por COVID; lo que es falso.