El titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Muri-llo Karam, confirmó hoy que el presidente Enrique Peña Nieto, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y él mismo fueron receptores de una carta enviada por el narcotraficante Rafael Caro Quintero, en la que les pide no dejarse presionar por “el ánimo de venganza y revancha” de Washington” porque lo “que tenía que pagar ya lo saldé”.
En breves declaraciones a la prensa después de participar en la inauguración del Simposio Internacional contra la Explotación Infantil, el funciona-
rio se abstuvo de entrar en detalles y sólo comentó que si recibió la carta y que el caso de Caro Quintero se resolverá en el ámbito judicial.
La revista Proceso publicó en la edición que está en circulación (número 1935) la carta que el narco sinaloense hizo llegar a Peña, en la que le pide que no se someta a “las presiones y designios “de Washington, luego de haber cedido y anulado su liberación. La misma fue entregada en Los Pinos el 19 de noviembre último, con copia a los titulares de la Segob y la PGR.
Por conducto de sus representantes legales, Caro Quintero también presentó una queja en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), por la persecución de la cual, dice, han sido objeto él y su familia por parte de las autoridades mexicanas “instadas por Estados Unidos”, desde su salida de prisión el pasado 9d e agosto, en uno de los casos que marcaron el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto.
Su liberación provocó una alegada sorpresa de los dos gobiernos, pero sobre todo hizo que se revisara y quedara en entredicho la versión oficial de México y Estados Unidos sobre el asesinato, en febrero de 1985, del agente de la DEA Enrique Camarena y del piloto mexicano Alfredo Zavala Aguilar, informante pagado por la DEA.
En la misiva, Caro Quintero se pregunta: ¿Cómo es posible que el país capaz de espiar a presidentes y candidatos presidenciales y saber lo que hacen, durante los 28 años cinco meses en que estuve preso no hizo ninguna acusación contra mi familia? ¿Por qué esperó a que se avizorara mi liberación para iniciar la cacería en su contra como supuestos narcotraficantes y blanqueadores de dinero?
En junio pasado, en efecto, Estados Unidos incluyó en su lista de personas y entidades con las cuales no se puede tener ningún trato económico a cuatro hijos, la esposa y una nuera de Caro Quintero así como a otras 12 personas relacionadas con ellos.
Y remata:
“Independientemente de cómo me llame, esas violaciones no pueden quedar impunes ni tomarse como venganza o revancha contra mí o mi familia, porque si alguna deuda tenía con el Estado y la sociedad ya la he pagado”.